Hoy es el día Internacional de la lucha contra la Mutilación Genital Femenina. La ablación sigue estando muy presente en la sociedad actual. Una violación de derechos humanos que, desafortunadamente, sigue siendo muy habitual hoy en día, especialmente en países de la zona central del África subsahariana, países de tradición musulmana y tambiñen países de América Latina.
El doctor Pere Barri, pionero
Asociaciones, fundaciones y también centros médicos impulsan desde hace tiempo campañas para concienciar o atender a mujeres que han sufrido mutilación genital. Es el caso del Programa de Reconstrucción de la Fundación Dexeus que lidera el doctor Pere Barri, el primer doctor que hizo una reconstrucción genital femenina en España, y que desde el año 2007, hace 17 años, interviene a mujeres que lo necesiten.
En declaraciones a 'La Ciutat', Barri reconoce que "estamos viendo un ligero cambio de tendencia, aunque aún hay demasiadas mujeres con la ablación hecha". Aunque aquí está tipificado como delito, "muchas famílias siguen haciéndolo, la mayoría de casos se trata de un rito religioso y cultural en algunos países, y por eso es tan difícil. Muchas famílias ni conocen los efectos nocivos para la salud de la ablación. Aunque aquí en Catalunya se ha practicado algunas, la gran mayoría de ablaciones se llevan a casbo en los países de orígen de las niñas y en edades muy tempranas". En este sentido, los Mossos d'Esquadra han confirmado que, en el año 2023 se ha atendido a 13 niñas que estaban en riesgo de ser víctimas de mutilación genital.
Trabajo psicológico e implicación colectiva
Pere Barri recuerda los efectos debastadores de la ablación en las mujeres. "Es una intervención que normalmente se hace en edades muy tempranas, y suele ser al cabo de algunos años cuando la mujer se da cuenta de que se ve diferente a las demás, que no puede disfrutar de una buena salud sexual y que no puede ser como las demás. Esto produce un gran impacto en ellas y es cuando, algunas, deciden acudir a hacerse una reconstrucción".
Los resultados son immejorables ya que, "en todos los casos, después de la intervención, la mujer gana en todos los aspectos: gana en seguridad, en confianza en si misma, y también se siente más integrada en la sociedad, se ve como las demás mujeres de su entorno". En este sentido, Barri ve clave la implicación de la sociedad a todos los niveles: "Esto es responsabilidad de toda sociedad, todos tenemos que implicarnos para intentar acabar con la ablación. No sólo los profesionales tenemos que hacer pedagogía, tenemos que ser todas las personas".
