Ya no es perder un partido como perdió España en Glasgow, sino la forma en la que se produjo y la sensación de incapacidad de impotencia. Ya el debut del técnico riojano el pasado sábado en Málaga, frente a Noruega, que se saldó con un contundente y rotundo triunfo nacional por tres a cero, fue un resultado absolutamente ficticio y que para nada reflejó una selección española que generó muchas dudas y que tan solo tuvo pegada en los últimos minutos. Merced al oportunismo del jugador del español Joselu. Pero no España no había jugado bien no había mostrado una personalidad suficiente como para ganar con esa claridad y tener la sensación de que las ideas estaban claras.
Para colmo de males apenas cuatro días después visita incómoda a un campo complicado como es el de la selección escocesa, no por el potencial del rival, sino por el tipo de juego que practica, incómodo y el ambiente le agrada.
Eso para un equipo inexperto como el nuestro fueron palabras mayores.
De La Fuente cometió un gravísimo error al cambiar hasta ocho futbolistas de un partido a otro. Los cánones del fútbol desaconsejan un cambio tan drástico por más que quieras tener enchufados a todos los futbolistas, porque evidentemente hay unos pasillos de seguridad y una columna vertebral casi casi intocable para que el equipo sea reconocible. Fue una apuesta arriesgada y que salió mal y que se cobró con una nefasta imagen y una dura derrota ante un equipo que no deja de ser de la zona media baja del concierto futbolístico europeo.
Fue un auténtico baño de realidad del bajón futbolístico que vive en nuestro Fútbol. Ya en la convocatoria había muchas caras nuevas. Muchos jugadores que no da la sensación de que estén al nivel de las generaciones anteriores. Se quiera o no el grupo ha perdido pozo con la baja de los Sergio Ramos, Busquets, Koke y compañía y los nuevos líderes aún no tienen la experiencia suficiente como para ocupar el espacio importante de todos ellos.
Vienen tiempos difíciles, tiempos duros y complicados para la selección española.
Los detractores de Luis Enrique ya tienen lo que querían. Pero su sustituto De La Fuente parece que le va a hacer mejor entrenador al asturiano. “ Alguien vendrá, que bueno té hará “.