A perro flaco todo se vuelven pulgas. Eso es lo que parece que le ocurre al Barcelona. Lesiones, mala fortuna, problemas físicos y de salud como los del Kun Aguero. Vamos que parece que la desgracia azulgrana no tiene fin. Y con este escenario juega esta noche en el estadio olímpico de la capital de Ucrania ante el líder de su país, el Dinamo de Kiev.
Finalisima pura , durísima, solo vale vencer a los ucranianos o habrá que empezar a rezar y pensar en un milagro para tratar de superar el Benfica en la clasificación. Todo lo que no sea ganar obligará a una carambola o a una gesta aún mayor en la visita en la última jornada de la liguilla al Allianz Arena de Munich , el estadio del ogro del grupo, el intratable Bayern de Munich.
Ya nos hemos hecho todos a la idea de que el año deportivo del Barcelona va a ser bastante complicado, incluso que está casi, casi perdido, pero que hay que tratar de minimizar los efectos colaterales. Clasificarse al menos para los octavos de final de la Champions y esperar un cruce Benigno , salvar en la Liga una clasificación digna para el club y así sobrevivir a las enormes dificultades que se le están planteando a la primera plantilla del Barcelona.
Todo ello pasa en buena medida por lo que ocurra esta noche ante el Dinamo, en el segundo encuentro de interinidad de Sergi Barjuan al frente del equipo. Tremenda papeleta para el de las Franquesas. Descompensada la plantilla y en un momento en el que el calendario se complica y se pone hacia arriba.
Las bajas no ayuda y hacen que el equipo esté literalmente cogido con pinzas. Apenas un once reconocible en el que , de las pocas cosas positivas que surgen, está el hecho de que tantos canteranos y tan jóvenes , participen con mucha asiduidad en el primer equipo, cada vez tengan más continuidad y protagonismo y además , no desentonan.
Pero hoy , además de eso, que es importante, por la imagen del club, el nombre, la competitividad y , porque no decirlo , la maltrecha economía , no sólo vale eso, no, hay que ganar y seguir sobreviviendo aunque sea sobre el fino alambre sobre el que parece transitar el Barcelona desde que comenzó esta temporada. Un día más sobrevivir, que no es poco a la finalisima de Kiev.
