NITS DE RÀDIO, AMB DAVID CERVELLÓ

Fracasa el Impuesto Temporal de Solidaridad de las Grandes Fortunas

El Gobierno recauda solo 623 millones, el 41% de lo previsto por Hacienda, gracias a las opciones legales que existen para ‘escapar’ de este impuesto

David Cervelló

Catalunya | 30.09.2023 11:46

Como nos comenta nuestro experto en economía Iñaki Jiménez Largo, cuando en la política se toman decisiones económicas, es muy importante tener en cuenta los efectos colaterales de esta.

El impuesto temporal de solidaridad a las grandes fortunas que aprobó el Gobierno el mes de enero ha recaudado 623 millones de euros en 2023. Esto representa un 60% menos que la cifra que el Ministerio de Hacienda y Función Pública había previsto.

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Esta cuota afecta a los patrimonios netos superiores a 3 millones de euros a 31 de diciembre de cada año. La presentación de la declaración se produce entre el 1 y el 31 de julio y es del 1,7% para los patrimonios que van de los 3 millones a los 5 millones de

euros, del 2,1% de los 5 millones a los 10 millones y del 3,5% para los que superan los 10 millones de euros.

¿Qué ha sucedido entonces con este impuesto? El Gobierno ha dejado que se apliquen deducciones y bonificaciones que han hecho que se reduzcan las cantidades recaudadas a través este impuesto.

Por ejemplo, los ricos han podido desgravar la cuota que ya han pagado en Patrimonio en su Comunidad Autónoma y eso los ha beneficiado porque, además, comunidades como Cataluña han elevado este impuesto para recaudar más que el Estado.

En economía, este tipo de fenómenos se los conoce como efecto cobra. Una situación que se produce cuando se aplica una política, que, a la hora de buscar una solución, tiene un efecto contrario y empeora el contexto de partida.

El caso más representativo del efecto cobra se produjo en Francia cuando el Gobierno del presidente, François Hollande, decidió elevar hasta el 75% el tipo impositivo para quienes ganaran más de un millón de euros en el Impuesto sobre la Renta.

Esto provocó que el actor francés Gérard Depardieu trasladará su residencia fiscal a Bélgica para pagar menos impuestos y que la recaudación francesa fuera mucho menor a la habitual, ya no solo por Depardieu sino por centenares de ricos franceses que tomaron la misma decisión.

Lo que está claro es que si políticas como el Impuesto Temporal de Solidaridad de las Grandes Fortunas no se toman teniendo en cuenta sus efectos secundarios y todos los escenarios posibles, pueden resultar un fracaso, como hemos visto en España.