Laura Valenzuela es sin duda una de las mujeres que más ha marcado la historia de la televisión española. De hecho, se la conoce por ser la primera presentadora de este país, ya que fue la primera mujer en ponerse delante de las cámaras en Radio Televisión Española. Su naturalidad, capacidad de improvisación, sonrisa y simpatía la convirtieron en todo un icono televisivo.
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Robert Calvo se ha encargado de rendirle homenaje tras su muerte el pasado 17 de marzo, destacando que fue ella quién abrió las puertas y el camino a muchas mujeres. Más conocida como “Laurita Valenzuela”, la presentadora se convirtió en un emblema del país entre finales de los años cincuenta y principios de los sesenta. En ese momento, Valenzuela presentaba Galas del sábado junto a Joaquín Prat y era una de las pocas que podía, en pleno franquismo, aparecer en pantalla con la misma notoriedad que un hombre.
Su capacidad de conectar con el público hizo que se la seleccionara como presentadora del primer Festival de Eurovisión celebrado en España, concretamente en el Teatro Real de Madrid. Esa fue la primera edición que se pudo ver en todas las partes del mundo vía satélite, así que Valenzuela fue la conductora de la ceremonia para millones de espectadores.
Robert Calvo ha puesto énfasis en aplaudir la figura de la presentadora, criticando que algunos medios de comunicación, durante los últimos días, se hayan centrado en su desaparición de la pequeña pantalla. Como ella misma explicó en su momento, Valenzuela dejó su trabajo para dedicarse a su hija y a los trabajos domésticos, a petición de su marido, José Luis Dibildos. Más allá de este episodio, “su carrera fue muy rutilante e importante”, ha destacado Calvo, así que no se puede reducir su figura a esa decisión personal.
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