Tras la destitución del holandés Ronald Koeman, la decisión de su sustituto fue unánime, Xavi Hernandez. Directiva, plantilla, aficionados y hasta medios de comunicación coincidieron en señalar al egarense como el técnico ideal para tratar de revertir la difícil situación deportiva en la que está sumido el equipo.
Hasta aquí todos de acuerdo. La pregunta sería si es de recibo o asumible que en medio de la campaña se destituya a un técnico sin poder traer a su sustituto.
No olvidemos que el Barcelona se juegan el martes que viene toda una final ante el Dinamo de Kiev ucraniano en el Estadio Olímpico y que allí ya no vale otra cosa que ganar para tener opciones de seguir adelante en la máxima competición continental. Vamos, que es toda una final en el mes de Noviembre. Entendería la interinidad de Sergi Barjuan en el choque de mañana sábado ante el Alavés por la premura de tiempo y porque aún adquiriendo carácter de partido importante por la mala clasificación liguera de los blaugranas tiene más margen de recuperación que el duelo de la Champions.
Sergi es un buen técnico y que conoce la casa, apenas tendrá tiempo para corregir mucho y retocar en demasía pero el solo hecho del aporte anímico de una persona que llega con las energías renovadas al interior del vestuario , a buen seguro que se notará y se dejará sentir en el rendimiento inmediato de los jugadores.
El tema más que ese es si , un club de la grandeza del Barcelona puede permitirse en esta tesitura una interinidad como esta. Si miramos el objetivo final, el premio a la espera y es la llegada de un entrenador que parece que te confiere muchas garantías para revertir la situación, estaremos todos de acuerdo en que habrá merecido la pena.el problema puede ser si ya es tarde en Europa y por un error de cálculo ya hayas podido hipotecar lo que queda de temporada en La Champions.
Todo esto sucede por la indefinición de la directiva a la hora de tomar la decisión de destituir al técnico holandés. Todos sabíamos que no iba a terminar la temporada y que todo era cuestión de tiempo empezando por el mismo Joan Laporta.
Esperemos, por el bien del Barcelona, que no haya sido demasiado tarde.
