La espantada del Real Madrid, sorprendente y tardía, ensució lo que era una gran celebración del fútbol español. Con la coronación de Rodrigo y Aitana Bonmatí, como mejores jugadores, masculino y femenino, del mejor joven en la figura de Lamine Yamal, del Real Madrid, como campeón de clubes y del Barcelona femenino, así como del entrenador del conjunto blanco, Carlo Ancelotti.