LA ENTREVISTA DE LA SEMANA

Maquillar difuntos, un trabajo como otro cualquiera

¿Os habéis preguntado alguna vez cómo es el día a día de las personas que se dedican a dejar presentables a los difuntos? Pues no os preocupéis porque Julia, operaria funeraria, nos cuenta todos los detalles en La Ciutat

Míriam Franch

Catalunya |

La muerte es un tema tabú pero que nos llega a todos. Cuando fallece una persona nos preocupa mucho que su último adiós sea como se merecía, pero a lo mejor no nos fijamos en pequeños detalles que realmente son muy importantes como el aspecto que tiene.

Julia es una de las trabajadoras que pone todo su empeño en que nuestros familiares estén guapos en su entierro. Maquillar a los difuntos es un trabajo bastante desconocido pero muy importante.

Vocación

Obviamente, la tanatoestética es totalmente vocacional. La propia Julia tuvo muy claro desde bien joven que lo que ella deseaba era dejar guapas a las personas fallecidas.

Después de la sorpresa inicial de su familia, estudió una carrera para después hacer un curso que la acercara a su vocación. El primer día ya se sintió como en casa, a pesar de que la primera vez que maquillaba a un difunto, al apretar su mano, un espasmo del cuerpo la asustó. Julia asegura que este tipo de situaciones, solo se superan con un toque de ‘humor negro’.

El trato con los familiares

Si algo destaca Julia de su trabajo es el poder acompañar a las familias en un proceso tan complicado para apoyar sus decisiones y las del fallecido.

A pesar de que no era su intención inicial, poco a poco, ha ido descubriendo que lo que realmente le gusta de su día a día es este trato con los familiares, desde el momento en el que fallece la persona hasta que se celebra el entierro.

Julia también anima a la gente a que planee con tiempo su funeral para que quede constancia de sus voluntades.

Sin duda, una historia muy curiosa la que nos ha explicado Julia en La Ciutat.