El de Sevilla fue el mejor partido de la temporada dese que Xavi cogiera las riendas del primer equipo. La progresión es evidente y la mejoría , aunque a veces leve , se va consolidando. El partido hay que analizarlo también desde donde viene el Barcelona y entender la difícil transición que aún está viviendo.
Se enfrentaba en casa del segundo clasificado y un equipo el Sevilla muy sólido en su estadio . Mereció mucho más el Barcelona que ese empate. Dominó de principio a fin y suyas fueron las mejores oportunidades del encuentro, tanto cuando estaban jugando once contra once como cuando se quedó el once andaluz con un jugador menos por la expulsión clara de Jules Kounde.
Sigue recibiendo goles a balón parado en jugadas de estrategia que debe corregir porque está temporada son muchas las acciones en las que el equipo encaja goles en córners o faltas con más asiduidad de la habitual en el fútbol moderno. Aunque también hemos de darle mérito al trabajo de estrategia de los sevillistas, que en esta oportunidad les dio sus frutos.
Los jóvenes siguen creciendo y rayando a un gran nivel. Gavi fue de menos a más, Abde se está consolidando como una alternativa valida en el extremo, tiene recursos y defiende solidariamente. Quizás Jutglá que aportó trabajo, no tuvo tanto acierto pero no es menos cierto que le tocó lidiar con un tándem de centrales muy experimentados. Una gran pareja que maniataría a muchos delanteros. Nico apenas tuvo muchas opciones y tiempo.
Pero lo preocupante sigue siendo el alarmante nivel exhibido por el que debería ser el gran motor de este equipo, el holandés Frankie de Jong. Su presencia en el once titular barcelonista sigue siendo intrascendente. No progresa, parece perdido y de los titulares que menos aporta al juego colectivo. Y es muy preocupante , porque sabemos que es capaz de mucho más y sin embargo cada día baja más el nivel. La función principal del nuevo entrenador debe ser tratar de recuperarle y hacerle útil con los demás. Con el rendimiento de los otros centrocampistas y un De Jong recuperado el medio campo del Barcelona sería casi intratable. Esperemos que tras el parón navideño el tulipán regrese animado y cambien las tornas.
Sobrevivió el Barcelona a esta etapa de transición dentro de la transición hasta llegar al parón navideño. Ha ganado tiempo y los daños son recuperables pero a partir de enero con las caras nuevas y más tiempo para rearmarse ya no valdrán los empates. El Barcelona debe coger una dinámica de regularidad y afianzarse definitivamente en los puestos Champions. Por suerte el 2021 acaba ya.
