El lema del Día Mundial del Agua de este año es “El agua subterránea: hacer visible lo invisible” y pone de relieve la importancia del agua almacenada en el subsuelo. Se trata de un recurso hídrico que, al margen de los glaciares y los casquetes polares, supone más del 90% del agua dulce disponible en el mundo. Las aguas subterráneas sufren peligro de sobreexplotación y contaminación, por lo que es vital reforzar su protección y promover el equilibrio entre las extracciones y la capacidad de renovación, mantenimiento y mejora de su estado ecológico.
El calentamiento global, la capacidad limitada de los ríos y los acuíferos, junto con el incremento de la demanda de agua por el aumento de la población, dibujan un escenario de gran estrés hídrico que requiere respuestas urgentes. La Agencia Catalana del Agua (ACA) ha activado la prealerta por sequía en la región de Barcelona y se podrían empezar a decretar restricciones si las reservas de agua se sitúan por debajo del 40%. Asimismo, la declaración de prealerta implicaría intensificar la extracción de agua subterránea a través de 200 pozos municipales para suplir la falta de agua superficial.
Ayudar a la naturaleza
La manera más sostenible de ayudar a la naturaleza, proteger los recursos subterráneos y adaptarse a los efectos del cambio climático es mediante la reutilización del agua. La palabra clave es regenerar. Regenerar es someter el agua depurada a un nuevo tratamiento para que se pueda reutilizar siguiendo un modelo circular. Una vez regenerada, el agua se puede devolver en condiciones óptimas a los ríos y acuíferos para empezar de nuevo el ciclo de captación o bien suministrar directamente a la industria, las ciudades y la agricultura para diferentes usos. La reutilización del agua regenerada permite garantizar la disponibilidad y calidad de los recursos hídricos, y evita el impacto de los períodos de sequía.
Aigües de Barcelona logró regenerar en 2021 un total de 38 hm3 de agua, el equivalente a 11.250 piscinas olímpicas. Una clara apuesta por la regeneración que debe ser reforzada ante los efectos severos del cambio climático.
La protección de los recursos hídricos subterráneos es uno de los compromisos que forman parte de la estrategia de acción climática que lleva a cabo la compañía. La recarga de agua parcialmente tratada en la planta potabilizadora de Sant Joan Despí y el uso de agua regenerada con el fin de evitar la intrusión salina (entrada de agua de mar en el acuífero), son dos claros ejemplos de este compromiso.
Una de las actuaciones más destacadas tiene lugar en los acuíferos del delta y del valle bajo del río Llobregat, vitales para el suministro de agua en la metrópolis de Barcelona. Desde los años 60 del siglo XX, la compañía aplica un sistema de recarga artificial en profundidad, basado en la inyección de agua potabilizada en la planta de Sant Joan Despí en algunos de los pozos de extracción disponibles. Entre los años 2014 y 2017, se llevó a cabo un proyecto a nivel internacional para demostrar la posibilidad de recargar agua parcialmente tratada, es decir, agua sólo sometida a un pretratamiento de decantación y filtración más una ligera cloración, en lugar de utilizar agua potabilizada. En 2021, tras haberse demostrado en este proyecto la inocuidad de la inyección de agua parcialmente tratada sobre la calidad del acuífero, la Agencia Catalana del Agua autorizó a recargar esta agua, durante los siguientes cinco años, con un protocolo de controles muy exhaustivo. Esta actuación permite infiltrar unos 2.500 m3/día, un caudal de agua equivalente al consumo diario de más de 23.500 personas.
Por otra parte, desde los años 70, los niveles del acuífero principal del delta del Llobregat han estado recurrentemente por debajo del nivel del mar, lo que ha favorecido la entrada de agua marina al acuífero, principalmente a través de la dársena del puerto en la Zona Franca. Para revertir esta situación, entre 2007 y 2009 se construyó una línea de 15 pozos, ubicados a unos 1.500 metros en paralelo a la línea de costa, totalmente equipados para poder inyectar un máximo de 15.000 m3/día de agua regenerada procedente del tratamiento avanzado de la Estación Regeneradora de Agua del Baix Llobregat, gestionada por Aigües de Barcelona. La inyección de agua actúa como barrera a la entrada del agua de mar y mejora la calidad del agua del acuífero en esa zona. En 2021 Aigües de Barcelona inyectó en los pozos un total de 679.105 m3 de agua regenerada, equivalente a 200 piscinas olímpicas, como barrera contra la intrusión salina.
Cuidar el agua que no se ve es garantizar el futuro. Construir un mundo más sostenible es tarea de todos.