Hace dos años, el CF Caldes organizó un equipo de fútbol 7 femenino con el compromiso de crear un equipo de fútbol 11 en el que las jugadoras podrían jugar cuando les tocase por categoría. La sorpresa llegó cuando dos años después y a final de temporada, los padres se enteraron de que esa promesa caía en saco roto.
Esta situación obligó a las familias a buscar otros clubes para sus hijas, ocasión que aprovechó el Caldes para cobrar una indemnización por cánones de formación a los clubes que las habían acogido. Ante la denuncia de los padres, la Federación Catalana dio la razón al club.
Más allá de dejar a sus hijas sin equipo, las jugadoras se quejan de las formas en las que ha actuado el Caldes, que aseguró, siempre según los padres, que no podían deshacer uno de los seis equipos de fútbol 11 masculino para poner el femenino.
Versión del club
Desde el Club de Fútbol Caldes niegan estas acusaciones y se amparan en que no había suficientes jugadoras. También defienden que la norma permite cobrar los cánones de formación a los equipos que fichen tres o más jugadoras de otros clubes.