PSICOLOGÍA

¿Por qué mentimos?

El experto en vínculos, Sebastián Girona, analiza en La Ciutat por qué mentimos.

Míriam Franch

Catalunya |

Ya lo dicen: 'las mentiras tienen las patas muy cortas'. De hecho, según explica Sebastián Girona, no es fácil mantener una mentira en el tiempo y las consecuencias pueden llegar a ser realmente graves.

Las mentiras se suelen contar para lograr algo o para evitar ciertas situaciones. De alguna manera es una estrategia de afrontamiento disfuncional de la que es difícil regresar ya que al ser descubiertos, es complicado recuperar la confianza de la otra persona.

¿Todos sabemos mentir?

No todo el mundo sabe mentir pero muchos creen ser expertos. No es fácil mentir y necesita de un entrenamiento previo porque es fácil detectar la mentira ya que puede generar movimientos involuntarios, sudoración o tonos de voz singulares.

La mentira se aprende del entorno al entender que es una opción válida para el día a día. Es decir, que es algo que se aprende cuando somos pequeños.

La mentira es peligrosa

Quien diga que no ha mentido ninguna vez, miente. Hay mentiras piadosas que contamos para que los demás se sientan bien pero el problema llega cuando la mentira tiene una finalidad egoísta.

El riesgo llega cuando nos creemos nuestras propias mentiras. Es el caso del mitómano, que puede llegar a necesitar creerse sus propias mentiras.