La reduflacción es una práctica legal que se practica desde hace años pero que no por ello es menos engañosa para el usuario. Consiste en reducir la cantidad de producto manteniendo o subiendo su precio sin cambiar su apariencia.
El problema, según asegura Esther Lorente, está en que los establecimientos que llevan a cabo esta práctica no avisan de ningún modo a sus clientes. El objetivo del gobierno de Pedro Sánchez es incrementar el control sobre estas prácticas o al menos conseguir que se informe debidamente al cliente.
Como ésta hay otras muchas estrategias comerciales que llevan a engaño al consumidor. De todas ellas iremos hablando con Esther Lorente durante esta temporada.