Las palabras del entonces candidato en la campaña electoral en el sentido de que solo con él seguiría Leo Messi y que la negociación la arreglaria en un “ asado” hicieron pensar que era la persona más factible para que la estrella argentina continuara vinculada al Fútbol Club Barcelona con una nueva renovación. Pero nada más lejos de la realidad, Al no llegar a un acuerdo para conseguir ingresos atípicos con la firma CVC la situación económica se complicó y Laporta se vio abocado a tomar una decisión sin precedentes, dejar salir a la estrella del equipo sin poder ofrecerle una renovación, con la carta de libertad y viendo como el argentino se marchaba entre lágrimas despidiéndose de la afición por la puerta de atrás esta ha sido una de las decisiones más controvertidas en el primer año de mandato de Laporta en el Barcelona, por lo que significaba Messi y por la forma en la que se produjo.
Viendo en la actualidad la situación de ambos equipos es evidente que nadie salió ganando, con Messi en el Barça posiblemente el equipo Azulgrana hubiera competido en liga de campeones y en la liga estaría enganchado con esos partidos que se encallaban, que se empataban o se perdían por la mínima y que solía revolver el genio rosarino con ese talento innato que solo él tenía.
Afortunadamente ahora el Barcelona ha reconducido su marcha con nuevos fichajes que han revitalizado el juego y que le han vuelto a situar cerca de la grandeza que tiene.
Pero no sabremos qué habría ocurrido si Messi hubiera prolongado su estancia en el conjunto catalán.
Tampoco le va muy allá a Messi en el PSG, más bien al contrario, no está el nivel de brillantez que exhibía temporada tras temporada y partido tras partido en el Barcelona, sus números no son malos a pesar de todo, porque es un jugador excelso y en asistencias y goles es de lo mejor que hay en su equipo y en la liga francesa incluso en la Champions.
Nadie salió ganando. Pero sobre todo lo que dañó la imagen del club y decepcionó a algunos de los aficionados fue la forma en la que se produjo la negociación y la salida de Messi.
El futbolista más grande de la historia del fútbol mundial y por supuesto del Barcelona no podía marcharse de esa manera merecía un adiós con todos los honores por la puerta grande y eso no se produjo.
Ahí no se calibró la medida que se tomaba. No fue el adiós deseado. Aún hay tiempo para rectificar y el club se plantea un gran homenaje en el 125 aniversario del Barcelona en la inauguración del nuevo estadio. Están a tiempo.
