Cuando apenas quedaban unos minutos para el final del choque de Anoeta, con lo mucho que había sufrido el Barcelona. Nadie podría imaginar que el saldo final del fin de semana fuera favorable para el Barcelona con respecto a sus más directos rivales en la lucha por la liga, especialmente con respecto al Real Madrid, que se dejó: de forma inesperada en casa ante el Rayo Vallecano.
Es un alivio para el Barcelona terminar la jornada a solo dos puntos Del Real Madrid y a cuatro del Girona cuando en algún momento sobrevoló el hecho de que pudiera descolgarse y situarse hasta a siete puntos de los líderes de la liga. El resultado del sábado ante la Real Sociedad no debe esconder el flojo partido que realizó el Barcelona en Anoeta. La primera parte fue absolutamente inaceptable como destacó el propio entrenador tras el partido.
Fue de los peores partidos que se le recuerdan al Barcelona de Xavi, y especialmente los últimos tiempos.
Sometido por su rival permanentemente, solo el acierto de Ter Stegen y la falta de puntería de los delanteros de la Real Sociedad impidió que el descanso del Barcelona si hubiera marchado con un marcador significativo en contra.
Mejoró algo la segunda parte por lo menos equilibro el partido y el Barcelona, que no es poco ya no fue tan inferior a su rival, evitando las llegadas de los delanteros blanquiazules sobre la portería de Ter Stegen.
Los cambios realizados por el entrenador sentando a las vacas sagradas como Lewandowski o João Félix mejoraron al equipo, le dieron frescura y le permitieron llegar a la portería de la Real Sociedad con más claridad en los últimos minutos.
Gavi ya había avisado en un mano a mano con remiro y a renglón seguido y casi en la última jugada del partido Araujo, con suspense conseguido una victoria de oro, fundamental y trascendental, que vale mucho más de tres puntos Tal y como se estaban poniendo las cosas. Una derrota en Anoeta tras la sufrida frente al Madrid la semana anterior habría abierto la caja de los truenos en torno al equipo durante estos días y habría generado mucho ruido e intranquilidad . Las victorias son balsámicas y dan tiempo para corregir errores y rectificar fallos, que ahora se están cometiendo más de los habituales. Es curioso que sin merecerlo se perdió ante el Madrid y sin merecerlo se ganó a la Real Sociedad . Así es el fútbol.
Tampoco el Madrid está para tirar cohetes y ante el Rayo demostró esa falta de pegada que de no ser por Bellingham en este comienzo de temporada habría sido más evidente.
Capítulo aparte merece hoy mención el flamante líder, el Girona de Michel. En la jornada 12 y con 31 puntos ya no es flor de la casualidad sino de un enorme trabajo y planificación. Y da la sensación de que no será fácil quitarle de ahí.
