LA SIGNATURA

Triste divorcio

La salida de Leo Messi y decisión de marchar a Miami, vuelve a demostrar los diferentes puntos de vista de la actual directiva presidida por Joan Laporta y del futbolista argentino.

Alfredo Martínez

Catalunya | 08.06.2023 09:52

Laporta quería quitárselo de una vez por todas la espina de no haber renovado a Messi en su momento, y haber permitido que se marchara a Paris. Messi quería demostrar que quería volver a Barcelona y que este es el club en el que siempre ha deseado jugar. Pero las cosas no siempre o los deseos se cumplen.

Lo que no puede ser no puede ser y además es imposible.

Las opciones de éxito de la operación eran muy escasas y el primero que lo sabía era el propio Laporta que fue hinchando el globo quizás en demasia.

Se ha jugado con los sentimientos de muchos Barcelonistas que visualizaban el regreso del gran futbolista argentino para despedirse del club de toda su vida. Para poder despedirse .

Se ha demostrado que económicamente el

barcelona no puede acometer aún muchas de las operaciones que históricamente ha venido realizando.

Esa es la realidad actual de la economía del club. Y cabe pensar si Laporta no fue demasiado optimista o no calibró realmente las opciones que existían de que su plan de recuperar a Messi tuviera éxito. Si no no se entiende tantísimo ruido y tantos movimientos en torno al argentino.

El frío y desacertado comunicado final del Barcelona demuestra las enormes diferencias que hay ahora entre las partes . Vuelven a distanciarse. Por segunda vez Laporta le falla a Messi con promesas irreales y sin opción de cumplirse. Nunca el club había hecho un comunicado para hablar de un no fichajes aunque es cierto que estamos hablando de Leo Messi, el mejor jugador del mundo y leyenda vida del Barcelona.

La imagen del club no ha salido beneficiada en toda esta situación y el desplante de Messi, al Barça a última hora, deja en evidencia de hacia dónde va el Barcelona y que ha sido incapaz de reconquistar el corazón de su jugador más emblemático. Y ya no es solo el dinero árabe, el que se anteponía, sino que es una demostración de que no todo depende del dinero, Messi ha elegido Una opción más arriesgada, como es la norteamericana y de un equipo que ahora mismo figura en los últimos lugares de la MLS.

No queda otra que empezar a pasar página, empezar a mirar hacia el futuro, olvidar las últimas semanas y gestiones y empezar a pensar en el Barcelona de la temporada que viene sin el argentino en sus filas.

Se abren otras opciones, otras posibilidades, para configurar una plantilla más competitiva que este año y que pueda seguir creciendo en ese proceso de construcción que inició hace un año y medio el técnico Xavi Hernandez. Hay que mirar hacia adelante.