El caso más polémico salió a la luz este martes, cuando la UAB decidió apartar a un catedrático de Física una vez condenado a un año y medio de prisión por acoso sexual a una doctoranda de la Facultad de Ciencias. Este caso adquirió la dimensión judicial en 2018, a raíz de la denuncia de la estudiante, pero no ha sido hasta el pasado mes de febrero cuando la justicia ha dictado sentencia. Durante este periodo de tiempo no se le ha apartado preventivamente como docente.
¿Por qué no han suspendido al profesor condenado hasta ahora?
La secretaria general de la UAB, Esther Zapater, ha asegurado que toda causa judicial absorbe cualquier investigación interna y ha alegado que el actual marco legal no les permitía hacerlo. Zapater también ha tenido que explicar por qué la UAB ha tomado medidas contundentes un mes más tarde de la decisión judicial. Ha justificado la dilación con el argumento de que no habían recibido la autorización formal para aplicar la medida cautelar de apartarle de la docencia. En este sentido, ha pedido a los poderes políticos importantes cambios legales para afrontar estos casos.
El caso del profesor de Filología
Lo que sí ha podido hacer la UAB, después de un año de investigación interna, es suspender de empleo y sueldo a un profesor de Filología durante 14 meses a quien varias doctorandos acusan de abuso de autoridad, entre otras denuncias. El motivo, según los máximos representantes del centro es que este caso no ha adoptado todavía la dimensión judicial. Los protocolos se activaron en cuanto recibieron las denuncias en marzo de 2022 pero la suspensión cautelar ha llegado un año después. Pese a no apartarle cautelarmente de sus funciones en un primer momento, la propia Zapater indica que ya se le habían aplicado las primeras medidas para separar a las víctimas del agresor, que era el director de tesis de la denunciantes.
¿También acoso sexual?
El órgano de gobierno de la UAB ha evitado pronunciarse sobre si el profesor también estaba denunciado por acoso sexual. Un silencio que han roto tres miembros del grupo de apoyo a las víctimas que acusan al centro de mirar hacia otro lado. Aseguran que la UAB tiene constancia de mensajes acosadores de índole sexual por parte de este docente. También apuntan que hacía las mismas prácticas con alumnos de segundo de Bachillerato que se preparaban para la selectividad. A las que, por cierto, les presentaba otro profesor de la facultad para tener citas fuera del campus, también coordinador de las PAU.
