Ya llega San Juan. Quedan cuatro días para que en Catalunya se celebre una de las festividades más tradicionales, con ágapes, fiestas... y petardos. Sin duda, la de San Juan es la gran campaña de ventas para los comerciantes que se dedican al sector de los fuegos artificiales. Tanto los más pequeños como también los mayores acuden a las casetas para comprar sus cajas de petardos para salir a la calle y encender la mecha.
El petardo sigue encendido
Quizás, por cuestiones de seguridad y también de ética, la manera con la que se usan los fuegos artificiales ha cambiado en los últimos años. Jordi Brau, presidente de la Asociación de Comerciantes de Fuegos Artificiales en España y CEO de la comercializadora de pirotecnia 'La traca', cree que "sí que quizás ahora esperamos más a que llegue el día de la celebración para tirar los petardos, antes se hacía con mucha más antelación. Pero también es verdad que hace años se compraban muchos más petardos de ruido en lugar de luz, fantasía y magia, que es lo que más se compra hoy, y eso también da la sensación de que no se tiran tantos, porque no hay tanto ruido".
Jordi Brau reconoce que "la pandemia tuvo un gran impacto en el sector. Además coincidió el confinamiento con una de las grandes campañas como son las fallas en Valencia. Ahí no pudimos vender nada, se paralizó todo. Es verdad que entraron las grandes compras de, por ejemplo, la pirotecnia de espectáculo, y también se intentó hacer que la pirotecnia de consumo fuera más de proximidad y familiar, y se pudo salvar algo pero el año fue muy malo". La recuperación ha sido tal que Jordi Brau confirma que "según los estudios que presentamos a principios de junio se facturarán 14.8 millones de euros en pirotecnia el día de la celebración".
Proactividad para la convivencia
Precisamente sobre el ruido hay abierto desde hace tiempo un debate sobre la ética de tirar petardos de ruido en medio de la calle o en zonas residenciales. Aquí, Brau deja claro que "desde hace años, en el sector llevamos siendo proactivos a la hora de pensar en el ruido de los petardos. En 2010 entró en vigor la normativa europea de pirotecnia, que obligó a reducir la carga de pólvora de los petardos. Por esa parte el trabajo ya está hecho, pero es que además lo que hay que hacer es regular este uso de los petardos sonoros, creando espacios donde se pueda hacer sin molestar". Brau pone el ejemplo de "Figueres, donde se ha creado un 'truenódromo' para que la gente que desee tirar petardos de ruido pueda hacerlo sin molestar a los que no quieren". Además, añade que en su empresa, 'La Traca', "hemos apostado por sacar una línea de productos de baja sonoridad para favorecer la convivencia. Se trata de una iniciativa que impulsé yo mismo después de que, hace un tiempo, mi hija de dos años se asustara con el 'crack' de una fuente de luz. Con eso aprendimos que aunque la pirotecnia no sea de ruido puede emitir alguno que pueda asustar, así que hemos puesto especial énfasis en tener en cuenta este aspecto".
Novedades de este año
Preguntado por las novedades que podremos encontrar este año, Brau destaca "unos volantes llamados 'Flippys', que se elevan y vuelan sin emitir demasiado ruido. También tenemos toda la gama de cohetes de baja sonoridad y packs divertidos para pasar en familia, donde puedes encontrar la pirotecnia más divertida y menos molesta, como bengalas, bombetas y cohetes de baja sonoridad. Además, también hemos conseguido llegar al 'plástico 0', intentando que ni los petardos ni sus cajas puedan dejar ningún rastro de plástico", explica Brau.