La Venus moderna se instaló en el camino de entrada al pabellón de Dinamarca durante la exposición universal de 1929. Estaba situada sobre un parterre entre las dos columnas que hacían de entrada al recinto escandinavo desde la avenida Internación. Una vez que la exposición finalizó, la estatua fue retirada y se pasó más de 50 años en un almacén.
La creación
La venus moderna fue encargada al escultor José Pérez Pérez, conocido como Peresejo. Su creación fue definida por la catedrática Anna Maria guasch como de una tendencia ‘mediterranista’ de ‘orientación más renacentista que griega, desmarcándose del modelo noucentista que ‘miraba a la antigüedad como fuente de inspiración’.
En 1929, la obra se ubicó a la entrada del pabellón de Dinamarca que destacó por ser una construcción austera diseñada por el arquitecto Tyge Hvass.
La mayoría de los pabellones fueron derribados una vez finalizada la exposición pero el de Dinamarca se mantuvo hasta 1936.
La salvación
Fue Oriol Bohigas quien rescató la Venus moderna de un almacén municipal. Después de décadas acumulando polvo, la estatua puede verse en el parque de la España Industrial desde los años 80.