Internet y las aplicaciones de citas han cambiado la manera de encontrar pareja y, además, a una velocidad vertiginosa. Verónica Alcanda es fundadora y CEO de Alcanda Matchmaking y ha publicado su primer libro, ‘Por qué no encuentro pareja: Reflexiones de una head-hunter Sentimental’. Según Alcanda, la sociedad ha evolucionado más en dos décadas que en dos mil años; “las aplicaciones han cambiado completamente el paradigma social y cómo la gente consigue pareja, todo lo queremos para hoy, pero otra cosa es que consigamos el resultado deseado”.
Al final, explica esta 'head-hunter' sentimental, “encontramos una felicidad a corto plazo”, muy diferente a lo que nos puede aportar una pareja estable”. Por eso, Alcanda defiende que “las relaciones que se forman en las redes sociales proliferan muy poco, ya que no profundizan en las personas. Cuando encontramos algo que no nos cuadra, nos vamos y pasamos a la siguiente persona”. Buscamos una perfección que no existe, “pero ahí estamos, como ratones”.
Y lo cierto es que el planteamiento es muy diferente al de antes; “ahora nos cansamos muy rápido de todo y antes aguantábamos más, esperábamos e intentábamos cambiar y adaptarnos, aunque después no fuera un éxito”. Para Verónica Alcanda, las relaciones de pareja son otra cosa, “si quieres divertirte, las redes sociales son estupendas, pero si lo que quieres es estabilidad, debes tener paciencia y buscar con más calma”.
Todos tenemos un prototipo de persona
Como hemos comentado, Verónica Alcanda es fundadora y CEO de Alcanda Matchmaking, una empresa para encontrar una pareja estable. “Cuando un cliente nos contrata nos define ciertos parámetros, pero la búsqueda y el filtro lo hacemos nosotros y eso es lo que cambia porque cuando la búsqueda la hacen las personas por su cuenta no se fijan en detalles muy importantes a la hora de consolidar una relación”. Alcanda pone como ejemplo el físico; “aunque las personas digan que no tienen un patrón, siempre lo hay”.
Es muy importante fijarse en los valores; “cómo quieres educar a tus futuros hijos, si quieres o no quieres tener hijos, si te quieres casar o, incluso, las tendencias políticas. Si no, esta pareja no funcionará a largo plazo”. Aunque también hay que tener en cuenta que “no es algo que nos vaya a separar, si al final nos respetamos”.
Hay otro factor a destacar que es la actitud; “no se trata de esforzarse, sino de empatizar”. Además, no es necesario que lo hagamos todo igual porque si no, no descubriremos nada nuevo y nuestra pareja no nos va a aportar nada. Verónica Alcanda explica que “hay personas que lo tienen todo, pero llegan a una cita y empiezan a quejarse del mundo y eso da mucha pereza, por lo tanto, una buena actitud, ya no solo en la pareja, es fundamental”
¿Hemos pasado de un extremo al otro?
Hemos cambiado el hecho de vivir en pareja y casados, a vivir cada uno en su casa. Una situación, asegura Verónica Alcanda que “normalmente se produce en gente divorciada, que ya ha hecho su vida”.
En ese sentido, “la tecnología nos ha ayudado a comunicarnos y a conocer gente de otra manera, pero su mal uso nos está haciendo mucho daño, por ejemplo, en cuanto a infidelidad”. Alcanda asegura que “esa posibilidad que era X hace 20 años, ahora está elevada a una potencia de por 25, por decir algo”.
Además, en la actualidad, están muy de moda conceptos como el poliamor, las relaciones abiertas… Pero Verónica Alcanda asegura que todos sus clientes, al final, le piden una relación monógama; “un compañero que esté para lo bueno y para lo malo, porque para lo bueno ya hay mucha gente, pero la pareja está también para lo malo”.
Se dice que el amor romántico puede haber muerto, aunque Alcanda defiende que las personas que deciden estar solteras o en otro tipo de relación es “porque a menudo tienen miedo a exponerse, a que les hagan daño o a no ser agraciados”. Por eso dice que al final, “todos seguimos creyendo en el amor romántico, digamos lo que digamos”.
Alcanda también destaca que “cuando estamos en pareja, nuestro organismo actúa de forma distinta, puede curar hasta una enfermedad”. Y es que “el amor es fundamental para ser feliz” aunque eso sí “sirve solo para multiplicar nuestro amor propio”.