LA SIGNATURA

Vuelta al trabajo

Regreso a la competición liguera tras el último parón de selecciones y ya sin descanso hasta el final con un Barcelona diezmado por las bajas, con muchísimas ausencias de cara al reencuentro y con un puzzle que tendrá que recomponer su entrenador para afrontar el choque, mirando la clasificación muy accesible ante el Elche.

Alfredo Martínez

Catalunya | 31.03.2023 09:49

El hecho de que Xavi Hernandez no pueda contar con hasta seis jugadores importantes en los esquemas, desde el lesionado Araujo, Frenckie de Jong, Dembele, Pedri y Christensen, pasando por el sancionado Raphinha son bajas muy sensibles que debilitan el equipo y condiciona mucho la alineación ante el once ilicitano y máxime en puertas de recibir cuatro días después en el partido copero de la vuelta frente al Real Madrid en el Camp Nou. Me podrán decir con razón que el Barcelona tiene un presupuesto muy superior al Elche, una plantilla de calidad también muy superior al conjunto Franjiverdes, pero no es menos cierto que son bajas en zonas muy similares del terreno de juego y que limitan las opciones de confeccionar un once más poderoso por parte de Xavi. El Elche contará con su cuarto Entrenador desde que comenzar la temporada, algo absolutamente increíble después de que fuera cesado, Pablo Machín llegará un joven Tecnico argentino, Becacece para intentar a última hora el milagro de la permanencia. Parece ya una misión casi imposible teniendo en cuenta la enorme distancia que le sacan los equipos que le preceden en la clasificación, los escasos puntos que ha sacado y la sensaciones que ha ofrecido hasta ahora. Pero es cierto que en las últimas semanas los ilicitanos han mejorado su rendimiento, han competido mejor e incluso en sacado puntos cuando menos se esperaba. Mientras tengan opciones, serán un equipo peligroso y a buen seguro competirán para intentarlo, y por qué no con el nuevo entrenador, que no será la temporada que viene para tratar de convencerle de que sean aptos para seguir en el club. Es un partido en el que el Barcelona tiene mucho que perder y poco que ganar y además recuerda al desplazamiento a Almería, que supuso el último batacazo ligero del Barcelona cuando menos se esperaba.

Un traspiés en el estadio Martínez Valero sería un golpe importante para los barcelonistas teniendo en cuenta que anímicamente podría ser un revés en un momento clave del campeonato en el que el equipo necesita estabilidad y mantener la línea que ha llevado hasta ahora para que las distancias en la liga, siguen siendo las mismas y llevar plácidamente el campeonato hasta las últimas jornadas.

Será además una oportunidad para todos aquellos futbolistas que han tenido menos minutos a lo largo de la temporada y que quieran reivindicarse.

No hay mejor momento cubrir esas ausencias y demostrar que merecen muchos más minutos de los que han tenido. Esa es la parte positiva del encuentro