Zoryana narra cómo mantiene el contacto con familiares y amigos que permanecen en el país y cómo están recibiendo la ayuda de muchos tarraconenses que les están llevando ropa, comida o medicamentos para poder enviarlos a Ucrania.
Ella mismo está a la espera de la llegada de los hijos de unos amigos y de la hija de un familiar, que se han quedado en el frente para luchar pero han llevado a sus hijos a la frontera para que puedan salir de un país en guerra y venir a Tarragona. Y nos cuenta como una profesora, amiga suya, le ha explicado de qué manera se estaba preparando para recibir a los soldados rusos. A la vez, critica a aquellos hombres que han abandonado Ucrania en vez de quedarse en el frente para luchar contra las tropas invasoras y lo contrapone a los civiles ucranianos que viven aquí y se han desplazado para luchar por su país.
Zoryana pide ayuda militar por parte de la Unión Europea y una mayor implicación para parar a Vladimir Putin y que no se produzcan más muertes.