La Consejería de Sanidad en una petición de información a través del Portal de Transparencia, reconoce que La Comunidad de Madrid ha desechado 117.977 vacunas contra el COVID-19 desde que comenzó la campaña de vacunación, el 27 de diciembre del año pasado, hasta el 29 de octubre de 2021. La administración admite por primera vez que la mayoría de ellas se han descartado “por haber superado la fecha límite para su administración” y el resto “por roturas o incidentes en la cadena de frío”.
Estas mismas fuentes responsabilizan al Ministerio de Sanidad de la situación por los cambios de criterio a la hora de administrar las fórmulas de AstraZeneca y Janssen. "La Comunidad de Madrid planteó al Ministerio de Sanidad devolverlas para su posible donación -aseguran en la Consejería-, algo que el Ministerio descartó indicando su destrucción como ya hacían otras CCAA".
Con las vacunas caducadas se podría haber inmunizado a casi 77.000 personas
Siguiendo la pauta habitual –un pinchazo para Janssen y doble administración en el caso de Pfizer, Moderna y AstraZeneca-, según estos datos, se podría haber inmunizado con las dosis caducadas de Madrid a casi 77.000 personas.
La Comunidad de Madrid ha tenido que desechar 47.450 unidades de Janssen, que han sobrepasado la fecha de aplicación; otras 41.270 de AstraZeneca; 17.070 más de Moderna; y solo 744 de Pfizer. Por el contrario, esta última es la que más descartes acumula por problemas con la cadena de frío, 10.254 unidades. Hubo que tirar por este motivo otras 919 de AstraZeneca y 270 de Janssen.
Las vacunas desechadas representan el 1,08% de todas las dosis que el Ministerio de Sanidad ha entregado a Madrid -el 0,98%, si solo se tienen en cuenta las que han caducado-.
"Vacuna que llega, vacuna que se pone”
Después de meses de quejas reiteradas ante el Ministerio de Sanidad por falta de dosis, Madrid empezó a quedarse en los puestos de cola en lo que se refiere al ritmo de administración de dosis a pesar de que desde el Gobierno aseguraban que todas las vacunas que llegaban se ponían. Las circunstancias obligaron a cambiar el discurso y se optó por el ese que apuntaba que Madrid llevaba una “estrategia prudente”, frente a otras Comunidades.
El Ministerio hace hincapié en los plazos porque, según asegura, los países receptores no aceptan partidas con vencimiento menor a tres meses, debido a la complejidad de los envíos, la distribución y la planificación de la vacunación. En estos casos, el mecanismo COVAX para el envío de vacunas a países en desarrollo tampoco es una opción. Esta herramienta de cooperación, que gestiona la Organización Mundial de la Salud (OMS), "solo acepta dosis que vienen directamente del fabricante", indican. Estos viales, por tanto, no pueden ser administrados porque ya se enviaron a las autoridades nacionales españolas y, más tarde, estas las transfirieron a los gobiernos autonómicos.
