Según un comunicado de Alternativa Sindical, la denuncia se dirige contra Metro y contra Trablisa, adjudicataria en febrero de este mismo año de parte de la seguridad del suburbano. En la denuncia, el sindicato alega que las demandadas "incumplen y ponen en grave riesgo la seguridad y salud de los trabajadores de seguridad privada".
"Las condiciones de trabajo de los vigilantes de seguridad afectados por el conflicto resultan gravosas para la integridad y salud de los mismos, por suponer un riesgo más que contrastado en sucesos en el propio Metro de Madrid en los últimos años, sin ninguna causa justificada, y por la que no se adopta ninguna medida preventiva adecuada".
Aseguran que es "público y notorio" el número de agresiones que padecen los vigilantes en Metro ya que "tienen órdenes específicas, tanto del cliente como por parte de la empresa de seguridad de permanecer en puestos de alta conflictividad en instalaciones críticas frente a agresiones de grafiteros".
También deben estar, en colaboración con la Policía Nacional, en "labores de control de acceso e identificación de miembros de bandas latinas, y a bandas de carteristas, o incluso al control de masas en estaciones que tienen acceso a estadios durante eventos de alto riesgo, sufriendo agresiones y repeliendo disturbios de masas en colaboración con las fuerzas y cuerpos de seguridad, todo ello sin disponer de equipos de protección individual necesarios para desempeñar sus funciones".
Como comparación, citan el caso del Metro de Barcelona, donde el personal de seguridad privada lleva chalecos anti pinchazos. "Nos parece una irresponsabilidad que una empresa pública como Metro de Madrid no exija las medidas de seguridad adecuadas para los profesionales que prestan y dan servicio de seguridad en sus instalaciones", señala Alternativa Sindical. Tanto Metro de Madrid como Trablisa están citadas a comparecer ante el Organismo de Mediación y Arbitraje previo al juicio oral el 1 de octubre.