Feito ha aludido a su condición de procesada para invocar su "derecho de defensa" y declarar que no iba "a contestar a ninguna pregunta", y ha sido autorizada por la Cámara a abandonar la sesión sin esperar a que los grupos parlamentarios utilizaran sus turnos de intervención.
La exasesora es una de las cuatro personas que siguen procesadas en el caso máster, junto a Cifuentes, el exdirector del ya clausurado Instituto de Derecho Público de la URJC, Enrique Alvarez Conde, y la profesora que supuestamente falsificó el acta del trabajo de fin de máster de la expresidenta regional, Cecilia Rosado.
La Fiscalía pide para Feito la misma pena que para Cifuentes, tres años y tres meses de prisión, por un delito de falsedad documental al considerarla inductora de la falsificación del acta que acreditaba que la expresidenta había defendido su máster, lo que jamás ocurrió.
Según el escrito del fiscal, cuando 'eldiario.es' publicó que Cifuentes no tenía aprobadas todas las asignaturas del máster, la expresidenta se puso en contacto con Feito porque había sido profesora en la Rey Juan Carlos durante años y tenía una buena relación con profesores, el rector y el catedrático Enrique Álvarez Conde.
Cifuentes quería que Feito hiciera las gestiones oportunas "con la finalidad de resolver la crisis que la noticia había provocado", a lo que ésta accedió, añade la Fiscalía.
Ese mismo día, de forma "insistente" y "agobiante", María Teresa Feito llamó hasta en 21 ocasiones al teléfono personal de Cecilia Rosado "indicándole que aquella situación debería quedar resuelta como fuere y que en caso contrario la acusada Cristina Cifuentes les iba a cortar la cabeza".