Las ojeras y las bolsas son problemas diferentes. Las ojeras dependen de la densidad de la piel de la zona y su color puede responder a que dejan ver la vascularización o a que se ha generado un surco en la zona por la existencia de bolsas, o a que está muy pigmentada, o que hay un surco de la lágrima muy marcado. Por el contrario las bolsas tan solo son depósitos de grasa que han ocupado ese espacio.
La cosmética puede mejorar la calidad de la piel y descongestionar la zona de los ojos pero difícilmente va a eliminar una ojera y mucho menos unas bolsas. Si queremos eliminar hay que ir ya a tratamientos más fuertes. Primero no invasivos como el láser, el CO2, Plasma, Carboxiterapia, Radiofrecuencia… y lo más rápido menos doloroso y agradecido como es el Ácido Hialurónico.
Con una reticulación adecuada y un buen Acido Hialurónico, grandes de la medicina estética como el Dr Moises Amselem, pueden corregir el parpado superior caído siempre que el origen sea una pérdida de volumen encima de la ceja.
Y también se puede proyectar luz en la zona de las bolsas y ojeras para que estas desaparezcan inyectando en zonas muy concretas.
Pero cuidado en que manos te pones que todo lo que sea tocar alrededor de los ojos necesita de una gran pericia y mucha experiencia. Por el hematoma y porque puede crear una necrosis al infiltrar por error producto en un vaso sanguíneo.
Pero hay veces en las que no hay más solución que entrar en quirófano. Las blefaroplastias son cada vez más habituales en hombres y mujeres a partir de los 45. Y se suelen realizar cuando el problema además de estético es funcional porque el exceso de piel en el parpado superior resta campo de visión y sensación de pesadez. Como señala el Dr Fernando Cruz oftalmólogo especialista en cirugía oculoplástica en los centros Vissum, esta es una intervención que deberían realizar oftalmólogos especialistas en el tratamiento médico-quirúrgico de las enfermedades de los parpados, de las vías lagrimales y de las órbitas, para que no se den casos como los del meteorólogo Jose Antonio Maldonado que sufrió un calvario tras una blefaroplastia donde eliminaron más piel del parpado de la que debían, y estuvo muchos años sin poder cerrar los ojos completamente.
No duele. Es una intervención relativamente breve de tipo ambulatorio, con anestesia local y sin ingreso hospitalario, y a las pocas horas se abandona la clínica. Las cicatrices quedan ocultas. El postoperatorio es llamativo porque esa zona se inflama mucho, pero es cuestión de unos días.
Antes de llegar al quirófano hay algunos gestos que podemos hacer para levantarnos con los ojos descansados, como por ejemplo, mantener bajo control la alergia, si es tu caso, desmaquillarte bien los ojos, dormir boca arriba con una almohada alta, llevar una dieta rica en fruta y verduras, comer poco azúcar, y beber bastante agua.
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