Qué duda cabe que la sonrisa nos rejuvenece. Reírnos, y el aspecto que da de nosotros nuestra sonrisa. Pero pasa que al sonreír muchas personas, o bien por unos dientes pequeños, por unas encías o el hueso muy grande, enseñan más carne que dentadura. Ese problema estético puede ser leve cuando se enseñan entre 2 y 4 centímetros de encía, moderado entre 4 y 6, y severo cuando son más de 6 los centímetros.
Como dice la doctora Cristina Viyuela una de las grandes expertas en sonrisas de nuestro país, el límite son esos dos centímetros. Menos no, porque el envejecimiento de la propia boca hará que ese labio superior con el tiempo caiga y no se vea tanto. Para corregir esa sonrisa gingival cuando en realidad es un problema y queda antiestética, hay varios tratamientos que pasan por eliminar encía aflorando la parte de los dientes que cubren en exceso; remodelando el hueso que ha crecido demasiado; con ortodoncia moviendo los dientes arriba y abajo; inyectando toxina botulínica para que al sonreír no suba tanto el labio; y en casos graves, con cirugía. Es fundamental un buen diagnóstico porque hay muchas técnicas. Hay muchos tratamientos e incluso se pueden combinar varios de ellos.
Son muchos los famosos que han corregido esa encía de más que se ve al sonreír como Ben Afflec o Nicole Kidman que unió a la ortodoncia, a las carrillas y a un amor desenfrenado al Botox. Quien no lo se lo ha hecho, por ejemplo, es Judit Mascó, que con los años por eso que decía la Dra. Cristina Viyuela, ya no es problema porque la caída del labio lo ha corregido solo. Se vean mucho o no, al sonreír o al hablar, lo importante es que las encías luzcan sanas y los dientes limpios. Y para eso también te digo que hay mucha aparatología doméstica. Por ejemplo lo último que ha salido al mercado es la versión actualizada del Sonicare Airfloss de Philips para los que no soportan el hilo dental o quieren una limpieza más profunda de sus dientes. Dientes y encías que es donde se acumulan los restos provocando enfermedades.
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