Tras saltar la polémica por el documento que la Comunidad de Madrid envió a las residencias de ancianos en el que se desaconsejaba trasladar a enfermos por covid-19a los hospitales en función de diversos criterios, como el nivel de dependencia o la discapacidad intelectual de la persona, y tras conocerse que Reyero avisó de que estas órdenes no eran "éticas" ni "legales", el Consejero de Políticas Sociales de la Comunidad de Madrid asegura que se encuentra "bien", porque está siguiendo "sus principios".
Sobre la versión del Consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, que habla de "borradores" y no de "protocolos", Reyero niega que esto sea así: "Cuando hay una firma y una marca de agua no es un borrador. Hubo varias versiones de protocolos, pero no eran borradores y en el contenido se establecían unos criterios de exclusión a los pacientes dependientes y con discapacidad", explica.
Reyero asegura que él manifestó al Consejero de Sanidad su preocupación "sobre esos criterios de exclusión" porque no le parecían "ni éticos ni legales", y explica que, aunque no se sabe durante cuánto tiempo se aplicaron esos protocolos, lo que es seguro es que "se fijaron por escrito el 20 de marzo". Además, tras escribir Reyero a Ruiz Escudero el día 22, el Consejero de Políticas Sociales afirma que no obtuvo "respuesta".
"He abogado por la medicalización de las residencias desde el principio, y eso no se ha producido", asevera, "y si no se podía producir esa medicalización debía producirse la derivación": "No tenía ningún sentido proceder así y va en contra de la Constitución española", reitera Reyero.
Sobre la brecha que se ha creado en el Ejecutivo madrileño a raíz de esta polémica, Reyero cree que "son dificultades en el camino de un gobierno de coalición, pero eso no quiere decir que ese Gobierno no funcione". "Trabajaré codo con codo con el consejero de Sanidad para mejorar la asistencia sanitaria a los ciudadanos", añade.
Asimismo, asegura que con la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, mantiene una "relación normal", mientras que con el vicepresidente Aguado la relación es "más estrecha" y hablan "más a menudo".