Nadia cuenta que ha reaccionado así porque no podía consentir Ortega Smith "atacase a las mujeres. No era el momento ni el lugar". "Grité porque me salía del alma, pero todos mujeres y hombres que estaban allí piensan igual. Ha sido indignante", asegura.
Nadia es marroquí y quiere que Ortega Smith sepa que es una mujer "inmigrante y feminista", que lleva luchando contra la violencia machista desde que salió del hospital. También recalca que "la violencia de género no tiene color político", y que con ella y otras muchas mujeres que luchan activamente contra esta lacra, siempre "han colaborado políticos de todos los partidos".