"Pá comerse Madrid" con Isabel Aires

Reto: Bocadillo de calamares confinados

Hay un plato muy muy de Madrid que acaba de celebrar su día (que ya sabes que somos muy de poner ‘El Día de’ a todo, y este no podía ser menos). El martes, 14 de abril, le tocó el turno al Bocata de Calamares. Un plato que miran con horror en otras provincias de España.

Isabel Aires

Madrid |

Es cierto. Nos miran raro. En Andalucía no entienden eso de meter los calamares fritos tan ricos en pan y allí los toman como ración. ¿Por qué? Gracias a varios factores, a lo largo de los siglos se ha convertido en uno de nuestros emblemas gastronómicos más castizos. Un poco de historia sobre su ‘nacimiento’…

En el S. XVI, los pescados venían en mulas o burros, con hielo por encima para que llegaran medianamente en buenas condiciones y, a ser posible, sin romperse en exceso por el traqueteo del animal, además de que no atufara demasiado. El calamar era idóneo para que llegara en buen estado y, al ser más duro, no le afectaban tanto los golpes, al igual que pasaba con el bacalao salado, que por eso es también típico en Madrid. Además, en tiempos de Cuaresma, había que agudizar el ingenio para tomar proteínas sin saltarse la vigilia. Y claro, como hay veces que llegaban con algún día más de la cuenta y había que ocultar un poco el olor y sabor, se rebozaba con harina, echándole limón.

Como Madrid, de siempre, ha sido una ciudad de correr mucho y de movimiento, qué mejor que meter una ración de calamares en pan, para que de una sentada, tuvieras una comida más completa, saciante, rápida y sobre todo barata para tiempos de hambre. Vamos, que podríamos decir que el bocata de calamares es el primer fast food de Madrid y que nos ha salvado de muchas.

A estos factores se le unió allá por el año 1953 un hecho más para que se asentase como uno de nuestros platos estrella: La apertura de El Brillante y de varias tascas en la Plaza Mayor para terminar de ponerlo de moda en su época.

Y claro, hoy en día lo bueno es que estamos volviendo a la tradición, al origen y hemos retomado esas recetas como los torreznos, los callos, el cocido o el bocata, por lo que estamos ante un nuevo renacer. Y en esta recuperación algunos chefs lo han versionado y dado su toque maestro.

Así que con todo esto, pensando junto a mis chicas Aires una manera de homenajear a Madrid y los madrileños como zona más afectada, hemos lanzado una campaña en redes sociales para llenarlas de fotos o vídeos de bocatas, cada uno a su manera y a su estilo, con el hasthag #yococinoencasabocatadecalamares para que de aquí al 2 de mayo, día de la festividad de Madrid, veamos un montón de ellos. Yo por supuesto he subido mi vídeo receta a las redes por si alguien tiene curiosidad de cómo lo hago, aunque mi versión es 100% la tradicional.