Tradición dulcemente cristiana
En el Día de Todos los Santos, una tradición cristiana cargada de simbología como visitar el cementerio, también existe un rincón para la gastronomía. Siglos de costumbres con los buñuelos y los huesos de Santo.
Además, en la noche del 31 de octubre, como somos tan de fiestas, hemos adoptado Halloween. Aunque sea una fecha ‘muy americana’, tiene su origen en la fiesta pagana europea -irlandesa concretamente- llamada Samhain donde se celebraba con nabos llenos de carbón. Nuestra querida amiga la calabaza -que reina de manera indiscutible en las mesas estos días porque estamos en plena temporada-, llegó más tarde, a finales del siglo XIX.
En Madrid, desde 1972 hay una pastelería que montó la familia Guerrero, que nos da alegrías con roscones, tartas de Santiago, panellets, panes de navidad que es conocida por todos. El Horno de San Onofre no podía ser menos con sus buñuelos. Nos cuenta Ana Guerrero, hija del fundador, que los buñuelos forman parte de los productos mal usados por la Santa Inquisición como prueba de conversión. Se pueden hacer con varias grasas pero el buñuelo típico llevará siempre manteca en su interior. En San Onofre hacen unos mitad manteca mitad mantequilla y los rellenan de muchos sabores, además de los típicos de nata o chocolate los hacen con crema de castañas, de naranja por ser una fruta muy nuestra, los clásicos de batata y cabello de ángel, una buenísima crema pastelera, chocolate, avellana frambuesa y el internacional dulce de leche, nata, café...
Si queremos planes diferente, nos vamos a uno que es terroríficamente divertido: "El Cementerio de las Ánimas", de la Abadía de los Dam. Es un espectáculo si quieres alojamiento entre ‘tumbas’. Están en dos direcciones, Navalcarnero y Toledo.
¿Cómo podemos tomar la calabaza de forma diferente? Por ejemplo en cóctel, Bacira. Tenemos el Mexican Pumpkin: cóctel de calabaza, sésamo, tequila y lima. O una calabaza entera como la de La Tajada, que es el nuevo proyecto de Iván Sáez, un ‘bar’ con alma de restaurante para comer a diario gracias a su apetecible y asequible oferta.
Un plan más tranquilo, pero muy sabroso es ir a un restaurante americano como New York Burger. En esta fechas preparan un postre para monstruos y monstruitos e invitan a Tarta Halloween para los pequeños de la casa y para los mayores que se atrevan a ir disfrazados.