Comenzamos al lado del Retiro, en la calle Narváez, 67, en Zalamero Taberna. Un local de cocina tradicional con un toque de vanguardia, y además de ser una taberna especializada en vinos con hasta 300 referencias, que selecciona el propietario y sumiller David Moreno junto a su socia, la sumiller y también cocinera Ana Losada, que prepara unas increíbles croquetas con un gran sabor, un rebozado crujiente y una fritura impecable. Las hacen de pollo asado, de gambas al ajillo, y de cebolla, cabrales y puerro. Las de jamón también están increíbles, y es más, son unas de las 7 finalistas a nivel nacional del campeonato de Madrid Fusión, que el próximo día 23 nos desvelará cuales son las mejores de España. ¡Ojalá tengan suerte!
Muy cerquita de Zalamero están otras de las croquetas más memorables de Madrid, las de Arzábal, tanto en Menéndez Pelayo como en el resto de sus direcciones. Las croquetas de José Miguel Valle, Chemi, Álvaro Castellanos e Iván Morales de jamón ibérico, con leche de oveja latxa que les aporta un intenso sabor, que preparan durante 3 horas de cocción, son espectaculares.
En Villoldo, en la calle Lagasca, 134 que nos acerca Palencia a la capital, encontramos un excelente producto, y una cocina casera, de esas con sabor a madres y abuelas de la mano de la cocinera Pilar Pedrosa. Villoldo es verduras, son alubias viudas, es caza en temporada, y también, son croquetas, unas increíbles de jamón de bodega y queso de oveja.
Y tengo que irme a un clásico de los clásicos… Casa Labra, la taberna con más de cien años en la que se sirven unas de las mejores y más míticas croquetas de bacalao por las que la gente espera en la calle haga frío o calor hasta que les llega el turno. No encontrarás los trozos de bacalao porque está triturado y la textura es casi como si fuera una brandada, ligada a la bechamel.
Y a ti, ¿cuál es la croqueta que más te gusta?