Empezamos por una taberna, más concretamente como la define uno de sus socios, por una taberna castizo-andaluza urbana. Se trata de la tercera sede de La Tía Feli (www.latiafeli.es) que tras el éxito de los locales de Ponzano y Ronda de Segovia, abre ahora en la calle Doctor Fleming. Es de los hermanos Aarón y Mesala Guerrero. Un espacio con terraza que también usan ahora en días de sol, planta de barra y baja. Es para todos los gustos porque es vermutería, cervecería y tiene muy buena vinatería, incluso con referencias de generosos y por la tarde es ideal para tomarse unas copas tras el trabajo. Para comer, no faltan los grandes éxitos de la cocina de la capital: Callos de Madrid picantitos, Ensaladilla de bonito, frituras bien hechas como las Pavías de bacalao y mahonesa de ajo asado; y platos que saben a sur como el Salmorejo del Califato o el Flamenquín cordobés… clásicos que nunca fallan, de los que convencen para volver. Y lo más interesante de este local es el precio medio, porque ronda los 25€.
Y de una taberna castizo andaluza a un chef madrileño pero que ha vivido 35 años en Sevilla y ahora vuelve a Madrid a abrir restaurante. Willy Moya, acaba de abrir en la Plaza del Niño Jesús el restaurante Poncio (http://ponciowm.com/). Es un concepto entre restaurante y bar de tapas, con lo mejor de los dos, y una gran bodega de vinos de Jerez. Una gran cocina vista te recibe a la entrada, donde se ve que no hay trampa ni cartón, sólo honestidad y amor por el producto. De comer, una carta sin catalogar en primeros ni segundos, sino con platos apetecibles de principio a fin para hacer un recorrido por la experiencia de este chef. Lo mejor, dejarse recomendar por Willy o su diligente equipo de sala. Ahumados, fermentados, marinados y semi curaciones, como su vieira con kimchi y lima, su bikini de foie ahumado con anguila y mozzarella, la ensaladilla de pulpo con su carpaccio, o un espeto de lubina con fideuá ibérica y alioli de albahaca que quitá el sentío. El precio medio, 35€.
Y nos vamos ahora a un sitio divertido donde además se come bien y que ya está empezando a despuntar a pesar de acabar de abrir. El restaurante Bribón (https://www.bribondemadrid.com/), entre medias de la Puerta de Alcalá y la Cibeles, en el 54 de Alcalá. Un local con un punto canalla, Dj, buen ambiente, abierto todo el día, pero una carta con aire castizo y platos clásicos. Según entras, una barra y una zona de ultramarinos donde puedes comer o comprar para casa, con conservas de calidad. Es como una mantequería dentro de un restaurante. Y en esta zona de mesas altas y bajas, la propuesta es de laterío y de picoteo con platos como distintos tipos de molletes, chacinas e ibéricos, salazones y una selección y degustación de quesos. Tienen su particular y muy rica Ensaladilla Bribón; una Tortilla vaga, que hacen de chistorra, pimientos de Guernica e Idiazábal ahumado; y un trasgresor guacamole con torreznos de Soria. Luego hay dos salones para comer más formal, pero esta parte a mi me parece tan divertida y bien de precio (unos 25€), que me quedo aquí!