Hoy Madrid suena y baila al ritmo de ‘Corazón de neón’ de la Orquesta Mondragón, un tema publicado en el año 1987.
Esta canción habla de ninguna ciudad en concreto, pero a la vez de todas las grandes ciudades del mundo, que tienen en común ser corazón de hormigón, de cemento y de polución.
Por su ritmo pegadizo no lo parece, pero si escuchamos bien la letra es una dura crítica a la vida urbana.
La ciudad de la canción es un lugar donde se junta el bien y el mal, el Dios y el diablo… es la cárcel y la libertad. La ciudad es también allí donde, a pesar de la cantidad de gente, sus habitantes viven en soledad y les inyecta el veneno de la ansiedad
En ‘Corazón de neón’ Javier Gurruchaga pone voz a una letra escrita por Joaquín Sabina cuando comenzaba su época de mayor éxito con su disco ‘Hotel, dulce hotel’.
De hecho, el neón es algo que aparece mucho en las letras de Sabina donde a veces dice que confunde las estrellas con luces de neón.
Pero en esta ciudad de neón de Sabina y Gurruchaga no todo iba a ser tan malo… y le he buscado su parte positiva: la ciudad es también un inmenso barril de cerveza.
Al final de la canción, nombra unas cuantas ciudades que tienen un corazón de neón como Londres, Berlín, Varsovia y cómo no…MADRID.