"PA COMERSE MADRID" CON ISABEL AIRES

¿Nos tomamos un vermut madrileño?

Que el vermut está cada día más de moda es una realidad. Una realidad que a mí me gusta mucho y me viene muy bien porque me encanta. Que no es nada nuevo, también. Según cuentan, esta bebida fue inventada por el famoso Hipócrates, en la Antigua Grecia, al maridar en vino, flores de ajenjo (que es lo que le da el nombre) y hojas de díctamo. En la Edad Media fue llamado como “vino de hierbas”. Porque al final un vermut es eso, un vino joven, mezcla de botánicos, y en algunos casos azúcar o caramelo que le da ese color dorado.

La expresión ‘la hora del vermut’, es muy utilizada para referirnos a tomar el aperitivo, ese momento de disfrute con los nuestros. Una opción muy refrescante para el verano que yo utilizo no solo para tomar el aperitivo, sino que lo mantengo para la comida, con tónica, y mucho hielo porque además de que me sirve para rebajarlo, incluso puedo seguir tomándolo de ‘copa’ de sobremesa a modo de G&T, con la diferencia de que el vermú tiene 15º y la ginebra el triple.. Y como nuestra sección de Pá Comerse Madrid es a la hora del aperitivo, hoy nos vamos a descubrir las magníficas bebidas que tenemos en la Comunidad de Madrid, porque sí, aquí también tenemos magníficas marcas de nuestro ‘vino de hierbas’

Comienzo por una marca que a mi me gusta mucho que es Vermut Zecchini. Llevan más de 75 años elaborando vermuts y otros vinos aromatizados. La historia de sus productos se remonta al año 1940 en las Bodegas Cuesta en Usera, donde nace por primera vez. Su toque tradicional se ha ido manteniendo de una generación a otra, si bien es cierto que con el paso de los años han ido incorporando una dosis de innovación. Es una empresa puramente familiar y también tiene un toque mágico, ya que su receta proviene de una antaña tradición herborista y medicinal, donde su producto tiene más de 35 hierbas, especias, raíces y flores.

Seguro que todos conocemos la marca Zarro, que aunque ahora es habitual verlo en cualquier sitio, antes no sabíamos que era este el que tomábamos en los bares habitualmente, porque como ellos ponen en su logo, es el vino de grifo de Madrid desde 1968 que que comenzaron en. Carlos Muñecas, patriarca y precursor de toda una saga de vermuteros, llevaba años buscando la combinación perfecta de hierbas aromáticas para infusionar con su vino. Su tesón hizo que finalmente diera con su fórmula secreta. Y ese espíritu ha permanecido, al igual que su receta hasta hoy. Además del vermut rojo y blanco, tienen uno ecológico, y un Edición Limitada, que es un gran reserva perfecto para la sobremesa y que tiene notas de barrica, de uvas pasas, naranja, que sirve casi de poste.

Voy a tomarme ahora un vermú con mis queridos Sergio y Cacho, responsables de Bocamanga, que elaboran 4 tipos de vermuts. El Rojo, de Enebro, Mixto, Blanco y de Naranja, que se infusiona con naranjas frescas peladas a mano. El Rojo, se elabora como si de una receta casera se tratase a partir de uvas seleccionadas airén y tempranillo, sin añadidos artificiales y a partir de productos naturales, y sin caramelo, endulzando con un mosto natural de tempranillo, y que se termina de redondear como si de un coupage se tratase, con una parte envejecida en barricas de roble americano de oloroso y ron.

¿Cómo están de ricas unas patatas bravas con un vermut? Vaya aperitivo rico… Nos vamos a Guzmán el Bueno o a Fuente del Berro, a la casa más antigua de bravas de Madrid, a Los Chicos, fábrica de patatas bravas, que llevan desde 1945 preparándolas. Aquí elaboran su propio vermut llamado también Los Chicos, que elaboran a partir de variedades típicas madrileñas como el anterior, con airen y tempranillo. Alguno de los botánicos con que se macera son regaliz, naranja amarga, flor de sauco y clavo. En el bar podemos pedirlo que siempre nos llegará con bien de hielo y cáscara de naranja, y además en su página web o allí mismo podemos comprarlo por botellas, para disfrutar también en casa.

Qué, ¿nos tomamos un vermucito cañí para acabar la semana?