Nos vamos primero a la Plaza de San Miguel, 5, al lado del Mercado de San Miguel. El restaurante en cuestión se llama Casa Mories (www.casamories.es) y abrió hace un par de semanas. Desde 1965 y hasta el comienzo de la pandemia, ahí se encontraba el restaurante de la familia de Enrique Menéndez -actual dueño de Casa Mories-, La Forja de Sesnández, y ahora, tras una reforma integral, donde han conservado algunos elementos de su antecesor, acaban de abrir con una cocina tradicional actualizada y de mercado de la mano de Beltrán Alonso, que ha trabajado en importantes restaurantes. Traen las verduras de su huerto de Zamora y cuidan mucho el producto. Sus Croquetas de cecina son puro sabor, las curiosas Bravas, elaboradas de forma diferente, la ensaladilla, tortillas gourmet hechas al momento, steak tartar de solomillo de vaca madurada con tuétano, y de postre, una gloriosa tarta de queso a la que incluso se le puede poner trufa negra. Tiene una decoración muy bonita y colorida tanto en sus dos salones, como en una zona de barra muy agradable con un gran ventanal a la entrada con mesas altas. Todo un descubrimiento que seguro que dará mucho que hablar. La croqueta cuesta 3€, pero es un croquetón. 12 € la ensaladilla, a la que por 9 € más le puedes añadir caviar. Las tortillas cuestan entre 18 y 26 €, pero ojo, porque llevan pulpo a la parrilla, o trufa negra, o los huevos rotos, que los ponen con ortiguillas. La tarta de queso, 7 €, 16 con trufa.
Este mismo lunes ha llegado al ferviente Madrid Nuevo Norte Tria Restaurante. Ya tienen una sucursal en Valencia donde elaboran excepcionales arroces y ahora nos traen su buen hacer a Madrid. Está a los pies de las 4 torres, en el Paseo de la Castellana, 259, y su cocina es una fusión de sabores mediterráneos y asiáticos que a veces se juntan y otras mantienen su esencia y raíces originales en una extensa y deliciosa carta, además de en sus variados menús del día y sus desayunos. Tienen hasta 10 arroces tan ricos como la Paella de rape, alcachofas y gambas, Arroz a banda, Paella de pato y setas o valenciana ente otras… Tataki de atún con guacamole de wasabi y tomate dulce con pistachos, Mejillones estilo Thai. Es una carta extensa con opciones que gustarán a todos y el precio medio es de unos 40€. ¿Fusión o tradición?
Y la apertura más reciente, el miércoles, fue de Seducción a la Carta en la calle Infanta Mercedes, 31. Lo ha abierto el joven restaurador indio Sangram Kadyan con mucho éxito en su país en varios restaurantes y que tras visitar España se ha quedado prendado de nuestra gastronomía, se ha rodeado de los mejores para traernos un restaurante apetecible en el que el producto de primera manda. Como asesores en la cocina, Juan Pozuelo y Miguel Durán con una gran trayectoria. En sala, el magistral Javier Arroyo, que durante muchos años fue el sumiller de Diverxo. Con este equipo, la propuesta no puede ser más apetecible y con garantías de éxito. Una carta con recetas de esas que nos gustan a todos en la que no faltan para empezar la ensaladilla, las croquetas, un riquísimo bocata de calamares en pan de cristal, unos lomos de sardina ahumados con pisto… para continuar con una selección de pescados y carnes elaborados de forma sencilla para disfrutar de la calidad de las materias primas. Y para los pastrami-adictos, un imprescindible de la comanda que pone el toque internacional a una oferta mediterránea el Rachel’s sándwich de pastrami y queso suizo. El precio medio, en torno a 35-40€, y su menú del día a 17€ con entrante, primero, segundo y postre.
Este verano abrió en el mítico local de María de Molina, 4, que lleva años albergando varios restaurantes Bugao. Hugo Ruiz ha llegado desde su Ceuta natal donde lleva años conquistando a su público y ahora pretende hacerlo en la capital con su ‘cocina entre mares’. Una propuesta gastronómica que se ha convertido en el sello de identidad del chef y que está basado en el pescado del Estrecho y la cocina de mercado con un productazo regido por la temporada. Y además de comer rico, el interiorismo del local es también increíble. Tiene dos espacios, en la planta baja la llamada Gastrobar y en la alta, la Gourmet. Por supuesto en ambas los amantes del atún rojo pueden encontrar cortes de ventresca, morrillo, lomo, tarantelo… En el gastrobar, un espacio alegre, informal y con una cocina vista, donde podemos comer a base de tapas, montaditos, platos en crudo y cortes sencillos de pescado y carne. En la zona gourmet, más elegante y con una propuesta de alta cocina con cosas tan ricas como una tosta de tarantelo, -esa parte tan apreciada del atún rojo-, con trufa negra, una coca de quisquillas. En la zona de barra mesas altas y terraza, el precio medio es de unos 30€ y en el gastro, en torno a 60€.