"Pá comerse Madrid" con Isabel Aires

A la sombra de una palmerita dulce

Madrid tiene muchos platos típicos e ingredientes, pero hay algo que sorprende. Las palmeras y, en concreto, las palmeritas de Morata de Tajuña, que son muy conocidas. Han adquirido tanta fama y tanta tradición que incluso tienen su fiesta particular desde hace 3 años.

Pepa Gea

Madrid |

Las descubrí por mi amigo Antonio Mateos, presidente de la Academia de Gastronomía de Castilla - La Mancha que se ha criado casi en Morata y es familia de los precursores de estas palmeras hace 30 años, la familia De la Torre de Pastelerías De La Torre (https://www.pasteleriadelatorre.es/) cuyo creador, Luis, trabajador incansable que probó y probó recetas hasta que dio con la tecla para hacer un bocado exquisito. Y vaya si lo consiguió. Fue de boca en boca su exquisitez, otras pastelerías de la zona empezaron también a elaborarlas y a día de hoy, según los datos del Ayuntamiento de Morata se venden al año 60.000 kilos de palmeritas.

¿Y qué tienen de especial? Son pequeñas y gorditas, de hojaldre más bañado en almíbar, más borrachitas, con una buenísima cobertura de chocolate negro y están espectaculares. Loli, la hija de Luis y heredera del horno y la receta secreta de las palmeras nos dice que la importancia está en la materia prima que se utiliza, y en lo artesano de su elaboración, cortadas una a una a mano y cada una diferente de forma y tamaño, prueba inequívoca de lo artesanal de su proceso. Las primeras fueron de chocolate negro pero ya se hacen también de chocolate blanco y glaseadas. Echad un vistazo a su web porque incluso se pueden pedir por teléfono y te las mandan donde pidas.

Un restaurante donde también las puedes encontrar en Morata y que es un sitio magnífico para comer antes o después de ir a la fiesta de la palmerita es el Mesón Licinia, donde se aúna tradición con modernidad, y ahora en invierno comer frente a su chimenea calienta el alma, y también preparan sus palmeritas y las tienen en la carta de postres.

Si no queremos ir hasta allí y como una opción a las tartas de cumpleaños, que yo llevo ya unos años comprando son los palmerones de Pastelerías Ipanema (https://tartasoriginales.es/). Enormes, pesan como 3 kilos, se pueden hacer mixtas, personalizar con un mensaje e incluso poner una foto. Son la bomba y nunca sobra ni una miga.

Más palmeras ricas por si no podemos ir a Morata son las de Pastelería Raquel (http://pasteleriaraquel.net/) en Torrejón de Ardoz. Es un negocio familiar que abrió en 1981 y lleva desde entonces elaborando repostería artesanal de la mejor calidad. Al frente se encuentran Lucía y su marido Bautista - formado en prestigiosas pastelerías como Casa Núñez y Mallorca- y aunque ellos siguen dando el callo, sus hijos son quienes han tomado el relevo. La pastelería es conocida por su pan elaborado con trigos candeales y su riquísima repostería, donde las palmeritas son las reinas, elaboradas con chocolate, bajo en azúcares.

Y tan de moda están que acaba de abrir una tienda en pleno centro de Madrid, en el Hotel Hyatt Centric de Gran Vía (Gran Vía, 31) Palmeritas Original ofrece hasta doce variedades. Detrás de la idea está Alejandro Montes -repostero conocido crear Mama Framboise-. Sabores como la de crema de cacahuete, crujientes de chocolate y galleta, la Xixona, de turrón de Jijona. Más atrevidas son la de confitura de albaricoque, o de de frambuesas. La de Cheesecake, de fruta seca, y la Fruits&Seeds, de chocolate negro con frutos y semillas, también son buenas opciones. Incluso una que se llama La Castiza con confitura de fresa, chocolate de moras y pétalos de violeta cristalizada. Incluso rellenas, como la de chocolate y trozos de pistacho.

Porque a nadie le amarga un dulce, qué mejor que una palmerita para un final delicioso.