"Pá comerse Madrid" con Isabel Aires

Roscones de Reyes

Comienza el año, ya hemos pasado las copiosas comidas y cenas navideñas y sólo nos queda un último ‘esfuerzo’ antes de empezar con las restricciones gastronómicas y las dietas: degustar un buen roscón de Reyes.

Pepa Gea

Madrid |

Hablamos de una tradición que, según se cuenta, data del S. II y que, a día de hoy, tanto para la víspera de Reyes como el día en cuestión, es costumbre en casi todas las casas. Sólo, relleno con nata o trufa, su sorpresa y su haba, gusta a todos.

Sabemos cuáles son los roscones más conocidos de Madrid, El Riojano, Del Pozo, La Duquesita, Mouline Chocolat o La Mallorquina. Organizado por el portal de gastronomía Gastroactitud, se ha celebrado por segundo año el campeonato al mejor roscón artesano, resultando ganador Pan Delirio (www.pandelirio.es), el obrador de la familia Cocheteux (Javier padre y Javier hijo), ubicado en la calle Juan Bravo, 21. Se trata de un roscón elaborado con masa madre, fermentaciones lentas y utilizando materias primas de primera calidad (harina, mantequilla, leche, huevos, agua de azahar, azúcar, sal, ron y ralladuras hechas a mano de naranja y limón). El segundo premio se lo llevó nuestra querida Ana de Horno San Onofre.

Si vamos un poco más allá, os puedo hablar de roscones diferentes, originales y divertidos. Por ejemplo, los roscones de Quadra Panis (http://www.quadrapanis.com/) en la calle Lepanto, hacen un roscón para malotes como ellos lo llaman, ya que está elaborado con carbón del que se le regala a los que se portan mal y con los mejores ingredientes. La masa sale negra, pero sigue siendo igual de jugoso que un roscón. Además los hacen de espelta ecológico con aceite de oliva y por supuesto los tradicionales.

También tenemos un roscón helado, de la firma madrileña artesana Crem de Lux (www.cremdelux.com), que conquista con una ‘línea navideña’ irresistible: Turrón, Canela, Almendra, Vainilla, sorbete de piña o mandarina, pero sin duda alguna, la estrella es la edición especial de Roscón de Reyes. Como todos sus sabores, está elaborado con las mejores materias primas, partiendo siempre de una receta propia, con el buen hacer de su maestro heladero, Antonio Multari, y con un único conservante: el frío. Puedes encargar tu ‘roscón original’ llamando al obrador que está ubicado en Pinto y recogerlos allí mismo con otros sabores ya que vas. El catálogo que tienen de sabores si compras tarrinas a partir de 2,3 l es de 100 sabores, y tienen unas 12 variedades en formatos de 500 ml.

¿Un roscón salado? En Bargueño, Alta Rosconería. El artífice es Teto Bargueño, cocinero madrileño que comenzó en el restaurante Zurito y que ahora ha dado el salto a José Abascal con este curioso concepto basado en los roscones, que se pueden tomar todo el año. De morcilla, callos, foie gras y trufa, fabada, o sobrasada. Y en dulces, por ejemplo de mango, Nutella, cabello de ángel… Originales y con buen sabor, para quien le gusten las cosas originales.

Quien todos los años nos sorprende es José Fernández de Pastelería Nunos en la calle Narváez, que varía los sabores. Este año, por ejemplo, tenemos de chocolate en texturas, de natillas, de yogur búlgaro con cerezas.

Roscones para todos los gustos, para dejarnos con el mejor sabor de boca al final de las navidades.