"Pá comerse Madrid" con Isabel Aires

Si no soplas velas en una tarta, no es un cumpleaños

¡Pues ha llegado el 28 de mayo y es mi cumpleaños! Como estoy en la mitad de la década, este año pensaba hacer una gran fiesta en casa, con BBQ, piscina, soplar las velas, brindar… Y aunque por ahora no lo voy a poder organizar, sí que puedo hacer varias celebraciones con grupos de hasta 10 personas. Para mi no hay un cumpleaños que se precie que no acabe con una tarta de cumpleaños. Si no pienso un deseo y soplo velas, no es cumpleaños.

Isabel Aires

Madrid |

Después de más de dos meses de confinamiento y estado de alarma, ya podemos ir saliendo a la calle. Aunque hay muchas tiendas abiertas, me he acostumbrado a eso de que me lo traigan a casa. Es más cómodo, más rápido y seguimos cumpliendo un poquito con eso de #yomequedoencasa. Y como dice el refrán, a nadie le amarga un dulce…

Os traigo pastelerías que tienen servicio a domicilio, y que además tienen algo especial, son artesanas, muy de Madrid, y con tartas un poco más diferentes, que yo no soy mucho de la típica de San Marcos o Selva Negra…

Nos vamos a ir primero a Dulce Consentido (https://www.dulceconsentido.es/). Porque… quien no tiene un amigo vegano, o diabético, o alérgico a la leche o celiaco (que por cierto ayer fue su día). Y yo, como en una de esas reuniones va a estar una de mis chicas, Beatriz que es celiaca, pues pido aquí la tarta y sé que no hay problema con los alérgenos. Porque, en este obrador de Tres Cantos elaboran de forma artesanal una amplia variedad de productos libres 100% de gluten, leche, huevo y frutos secos, para hacerlos accesibles a todos. Reparten a muchos municipios de la Comunidad de Madrid y a Madrid Capital. Las hacen de varios tamaños, desde individuales hasta para 10 personas.

Yo he pedido una que se llama Buttercream de rosas (Bizcocho de chocolate relleno y cobertura de crema de mantequilla de rosas) y una de Té matcha que estoy deseando ya probar. Además puede pedirse también congelada que es ideal para el buen tiempo.

Para otro de los grupos voy a pedir en la Pastelería Saúl (https://www.pasteleriasaul.es/) donde desde que soy pequeña y ya comía sus famosos croisanitos, que compraba mi madre en la tienda de Arturo Soria, y me tienen ganada. Son unas pastelerías que la primera la abrió Saúl en los años 50, y a día de hoy tienen ya 5 tiendas por todo Madrid y siguen manteniendo su obrador, su buen hacer y la calidad de sus materias primas.

Aquí voy a pedir los bocaditos de cielo convertidos en pequeños croissants y la tarta Red Velvet, que es un bizcocho de brownie rojo, crema de queso y crema de mantequilla que es un espectáculo.

Otro sitio que me encanta y al que también voy a pedir es a Pastelerías Manacor, que aun con nombre muy balear, llevan abiertos en Madrid nada más y nada menos que desde 1753, y ya son 8 generaciones las que llevan endulzándonos la vida. La familia Martín Pérez trabaja bajo los mismos valores generación tras generación: respeto por el producto, pasión por el cliente y responsabilidad con la sociedad y con el medio ambiente.

Tienen 8 tiendas por toda la comunidad y aquí voy a pedir para que me traigan a casa, una tarta Saint Honoré que se hace en honor al patrón de los pasteleros, que era San Honorato de Amiens, y que en Manacor la bordan. Es un pastel de hojaldre y profiteroles cubiertos de caramelo con centro de merengue soufflé y nata que quita el sentido.

Y, por supuesto, tengo que pedirle a mi querida Ana Guerrero del Horno San Onofre (https://pasteleriasanonofre.com/) que además de tener ya sus tiendas abiertas, sirven a domicilio y le voy a pedir una tarta muy madrileña y muy de temporada como es la ‘Aranjuez’, que lleva una base de bizcocho genovés suave con compota de fresa y capa fina de crema inglesa, granillo de pistacho y fresón de Aranjuez natural como cobertura.

Prometo hacer mucho deporte para quemar todo esto después, pero mientras, ¡a celebrar la vida!