Incredulidad, algunos impotencia, y la mayoría resignación. Los viajeros que llegan a Atocha se están encontrando con los taxis en la puerta, pero con el motor apagado. Nadie los recoge y tampoco tienen opciones porque no conocen Madrid.
"Acabamos de llegar de Barcelona y hemos tenido que pedir a compañeros de trabajo de la sucursal de aquí que vengan a buscarnos", dice una chica que acaba de llegar a Madrid.
"En Madrid, sin poder coger taxis ni nada, y a ver ahora cómo me muevo", afirma otra mujer.
Un hombre que acaba de salir de la Estación de Atocha lo considera "un estropicio bastante grande porque estoy acostumbrado a que en cuanto vengo de viaje cojo el taxi, que es mucho más rápido y ahora tengo que ir andando a coger un autobús y coger otro transporte alternativo".
Los viajeros contemplan con "frustración y enfado" una huelga que consideran "exagerada" y se quejan, sobre todo, de la falta de información y alternativas a la salida de la estación de Atocha.