Alcalá de Henares ha comenzado el muestreo de ADN canino, coordinado con el Servicio Municipal de Limpieza Viaria y Policía Local, por todos los distritos de la ciudad.
El concejal de Medio Ambiente, Vicente Pérez, ha acompañado a una de estas unidades por las inmediaciones de la calle Río Manzanares, en el barrio de Nueva Alcalá: "Es importante señalar la obligatoriedad de contar con el censo de ADN para todos los animales de compañía y que estas campañas fomentan la concienciación en la recogida de las heces", ha dicho.
Con relación a la obligatoriedad de la recogida de las citadas heces y la posibilidad de sanciones al respecto, el edil ha afirmado que "hay que recordar que en caso de que no se recojan las heces y se detecte por ADN al propietario, puede traer aparejadas sanciones que podrían alcanzar hasta los 3.000 euros de multa".
Estas campañas fomentan la concienciación en la recogida de las heces
El genotipado de las mascotas, que es complementario a la identificación mediante microchip, es obligatorio desde el pasado 1 de julio de conformidad a lo establecido en la vigente Ordenanza Municipal reguladora de la tenencia y protección de animales de compañía, ha recordado el Consistorio en un comunicado.
Censado mediante ADN canino
Los propietarios de perros disponían de un plazo de tres meses desde la citada fecha para llevar a cabo el censado mediante ADN canino, tal y como se ha informado en la anterior campaña realizada en relación a la tenencia responsable de animales de compañía.
El genotipado permite identificar en cualquier circunstancia a las mascotas, incluidas aquellas camadas no deseadas que son abandonadas incluso antes de su identificación con microchip.
"Lamentablemente se siguen produciendo casos de abandono de mascotas y, con objeto de que no sean identificadas, les extraen el microchip. A través del censo por ADN se podrá identificar a estos propietarios infractores y perseguir el abandono de forma más efectiva", ha expresado el Consistorio.
Heces caninas en los espacios públicos
Por otra parte, uno de los mayores conflictos tiene su origen en las conductas incívicas de aquellos que abandonan las heces caninas en los espacios públicos.
Recoger las deyecciones caninas es obligatorio, incluidas las áreas caninas habilitadas. Con este muestreo se busca también poner freno a este problema que afecta a muchos puntos de la ciudad.
Además, también se comprobarán otras obligaciones, como la de portar una botella (agua mezclada con vinagre/bicarbonato sódico/zumo de limón) para limpiar el orín o llevar sujetos a los animales.