A medida que concluya esta etapa, se iniciarán las tareas de excavación a más de 38 metros de profundidad. Y es ahí donde el Gobierno regional redobla esfuerzos para que se reduzcan al máximo las afecciones que denuncian algunos vecinos y las polémicas por las talas de árboles. De hecho, la Dirección General de Infraestructuras ha decidido recurrir a un sistema de extracción vertical que reduce notablemente el impacto medioambiental; en lugar de utilizar una rampa, como es habitual, la maniobra se hará con dos elevadores. Además, la Consejería de Transportes ha protegido un importante número de ejemplares arbóreos y reducido el nivel de ruido a través de paneles acústicos, mientras que, al mismo tiempo, se está construyendo la nueva estación de Madrid Río. La Oficina de Atención al Ciudadano, que habilitó el Ejecutivo autonómico en diciembre del año pasado para atender las dudas de los vecinos, ha resuelto 668 consultas.
Restos arqueológicos
Durante su visita a las obras, el titular de Transportes, Jorge Rodrigo, ha supervisado algunos restos arqueológicos encontrados en la zona en la que se están realizando los trabajos iniciales. Entre ellos, “una pila de un antiguo tejar que data de finales del siglo XIX y que se utilizaba para mezclar arcilla”.
Con una inversión del Ejecutivo autonómico de 514 millones de euros, facilitará los desplazamientos a miles de personas que habitualmente utilizan la línea 6 del suburbano. Se estima que en la próxima década la línea 11 aumente su demanda diaria en más de 75.000 viajeros.