Bomberos del Ayuntamiento de Madrid han rescatado a dos mujeres, madre e hija, con quemaduras de segundo grado tras una explosión de gas en una vivienda de la novena planta de un edificio de 13 alturas de la calle Arzobispo Morcillo, en el distrito de Fuencarral-El Pardo de Madrid.
La explosión, cuyas causas se están investigando, ha ocurrido hacia las 4 de la madrugada y ambas mujeres, de 75 y 42 años, han sido atendidas por Samur-PC y SUMMA112 y trasladadas en estado grave al hospital La Paz.
La mujer más joven tiene el 60 por ciento de la superficie corporal quemada, mientras que su madre, tiene afectado el 20 por ciento.
Además, han atendido a una mujer de 25 años, vecina de la vivienda contigua, y a otras dos, de 54, también vecinas del edificio, por crisis de ansiedad.
La explosión de gas ha afectado completamente a la vivienda que ha sufrido daños en toda la tabiquería interior y ha provocado la caída de escombros y material de carpintería por la fachada, ha informado José Luis Legido, supervisor de Bomberos de Madrid.
También han quedado dañados el resto de pisos de la planta novena, si bien la estructura general del edificio no está afectada, lo que no compromete la ocupación del mismo.
Los ascensores y las vías de evacuación y la electricidad del edificio se han visto dañadas. El resto de vecinos no ha sufrido daños.
Los bomberos han comenzado a desescombrar la zona y la sección de apoyo aéreo de la Policía Municipal ha empezado a trabajar con drones para colaborar en esas tareas. Se está valorando como se puede restablecer la normalidad.
El delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento de Madrid, Borja Carabante, ha explicado a preguntas de los periodistas que los bomberos municipales se encuentran desescombrando el edificio para “determinar las causas de esa explosión de gas”.
Carabante, que ha comentado también que tres personas necesitaron ser atendidas en el lugar por crisis de ansiedad, ha señalado que desde la Dirección de Control de Edificación se está trabajando para confirmar que la estructura del edificio no ha sufrido daños y que, por tanto, es “perfectamente habitable” y no es necesario desalojar a ninguno de los vecinos.
