La Guardia Civil investiga a un hombre que tenía en su domicilio una cría de boa constrictor imperator de unos 70 centímetros de longitud de forma ilegal en el municipio madrileño de Villalbilla, en la Comunidad de Madrid.
Fueron los propios familiares del propietario quienes avisaron de la presencia del reptil en la casa, un ejemplar considerado como peligroso que necesita estar dado de alta en el registro municipal y contar con un seguro al estar incluido en la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora (CITES), según ha detallado este lunes el instituto armado en un comunicado.
La patrulla del Seprona de Alcalá de Henares realizó una inspección en la vivienda y solicitó la documentación requerida al propietario del ofidio, quien únicamente aportó una factura de compra por valor de unos 80 euros.
El microchip del animal no estaba registrado y los agentes no pudieron corroborar que estaba siendo alimentado, sino que determinaron que llevaba varios meses sin comer. Por todo ello, la Guardia Civil está investigando al propietario como autor de un posible delito contra la flora y la fauna.
Boa constrictor imperator
Esta serpiente no es venenosa, aunque sí es una especie robusta y muy fuerte. Suele ser originaria de las zonas de América Central y del Sur, aunque habitan en diversos tipos de bosques y selvas.
Para poseer una especie de este tipo, los expertos aconsejan un terrario de grandes dimensiones, al menos 180x60x60 centímetros.
Estas serpientes son carnívoras y generalmente se alimentan de piezas enteras, como roedores. Su comportamiento destaca por ser especialmente tranquilo, aunque se pueden volverse más ariscas y defensivas en ciertas situaciones.
