La pandemia del coronavirus, que comenzó en marzo de 2020, ha causado muchos estragos en la vida de todo el mundo. Además de causar miles de muertes, ha provocado que muchas personas tengan que cerrar sus negocios y, por el lado contrario, que otros muchos se enriquezcan considerablemente gracias a las nuevas necesidades que surgieron, como la venta de mascarillas o material de protección frente al Covid-19.
Este es el caso, presuntamente, de Luis Medina Abascal, hijo del duque de Feria y de Nati Abascal y un amigo, Alberto Luceño, que consiguieron altas comisiones del Ayuntamiento de Madrid, con el que se pusieron en contacto gracias Carlos Martínez-Almeida, primo del alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida.
Una comisión de seis millones de dólares
En concreto, la Fiscalía Anticorrupción se ha querellado contra Medina y Luceño por delitos de estafa agravada, falsedad en documento mercantil y blanqueo de capitales, porque supuestamente cobraron una comisión entre los dos de seis millones de dólares por unas contrataciones por las que el consistorio madrileño. Por ello, Anticorrupción ha solicitado que se abra una investigación penal, que finalmente ha aceptado y asumido el juzgado 47 de Madrid.
Según parece, los dos empresarios actuaron con ánimo de "obtener un exagerado e injustificado beneficio económico"por la venta un millón de mascarillas, 2,5 millones de guantes y 250.000 test de autodiagnóstico rápido al Ayuntamiento de Madrid. Según Anticorrupción, Luis Medina se llevó un millón de dólares y Alberto Luceño cinco, dinero que les ha permitido comprar coches de alta gama, relojes de lujo e inmuebles con dinero público, aprovechándose de "su condición de personaje conocido en la vida pública".
Asimismo, en la querella también se señala que para conseguir la operación Luis Medina se aprovechó de "su amistad con un familiar del alcalde de Madrid", según explican se trataría de Carlos Martínez-Almeida, primo de José Luis Martínez-Almeida.
Al parecer, una vez los empresarios consiguieron contactar con la coordinadora General de Presupuestos y Recursos Humanos del Ayuntamiento de Madrid, fue Luceño el que centralizó las operaciones, presentándose como "experto en importación de productos procedentes del mercado asiático, con fábricas en China a su disposición, y como agente exclusivo de la empresa malaya EEE, a través de la cual se iba a realizar la importación". Asimismo, aseguró que su intención era "colaborar en la lucha contra la pandemia".
Coches de alta gama, inmuebles, relojes de lujo, yates, etc.
Afirmaciones de Anticorrupción desmiente porque "en realidad, ni tenía experiencia significativa en negocios de importación ni disponía de fábricas en China, del mismo modo que tampoco era agente exclusivo de ninguna empresa malaya ni actuaba movido por ninguna intención altruista, como se verá a continuación", ya que sostienen que con los cinco millones que se llevó de comisión, Luceño se compró, facturando a través de una sociedad en la que es administrador único, tres Rolex valorados en 42.000 euros, ocho coches de conocidas marcas como Aston Martin, Ferrari, Mercedes, o BMW, por más de un millón de euros y adquirió un inmueble en Pozuelo (Madrid), también por más de un millón de euros. Asimismo, explican que el empresario se pagó unas vacaciones en un hotel de Marbella, de aproximadamente 60.000 euros.
Y en cuanto a Luis Medina, Anticorrupción alega que se compró, con el millón que se llevó de comisión, yate modelo Eagle 44 valorado en 325.000 euros.
Inflaron el precio de los productos
Por su parte, Anticorrupción también ha justificado en su querella que los empresarios inflaron el precio de los materiales que vendieron al Ayuntamiento de Madrid. El de las mascarillas, por ejemplo, incrementaron su valor en un 148%, en los guantes, que "eran de ínfima calidad" y "sólo llegaban hasta la muñeca". Además, denuncian que "gran parte" de los test estaban "defectuosos" ya que de las 250.000 pruebas que compraron, solamente 75.000 "tenían un nivel de sensibilidad aceptable", de aproximadamente el 94%.
Por ello, la Fiscalía Anticorrupción reconoce que "estos precios los fijó Alberto Luceño y los impuso al Ayuntamiento de Madrid, amparándose en su falsa posición de fabricante y agente exclusivo de la compañía vendedora".
José Luis Martínez-Almeida defiende la legalidad de la operación
Sin embargo, según explicó el alcalde popular, su "familiar no conocía a Luis Medina, le contacta una amiga común. Él le da un correo electrónico y le indica que ese es el cauce oficial para realizar estas cosas".
Además, el alcalde ha confirmado que el Ayuntamiento se personará en la causa como afectado: "Durante la instrucción, la Fiscalía no nos ha llamado en ningún momento ni a mi familiar ni a mí. No nos hace objeto de la querella, que se dirige exclusivamente contra dos personas".
Asimismo, este jueves el alcalde de Madrid ha confirmado durante una comparecencia que Luis Medina contactó con el Ayuntamiento a través de dos correos electrónicos el 18 y 19 de marzo. "Hay dos correos de Luis Medina que llegan al buzón de Coordinación de Alcaldía, uno el 18 de marzo y otro el 19 de marzo. Esa es la forma que tuvo de entrar en contacto con el Ayuntamiento, como tantos. Tuvimos más de mil", ha corroborado.
Y continúa diciendo: "Estos correos acreditan lo que dijimos desde el primer momento. La persona con la que contactó mi primo no fui yo. Yo no tenía ni idea".
Villacís se distancia de Almeida aunque asegura que el Gobierno de coalición no peligra
La vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, se ha distanciado de Almeida evitando comparecer a su lado. Sin embargo, ha confirmado que el Gobierno de coalición de Madrid no peligra, aunque pedirán una auditoría externa para esclarecer lo que ha pasado.
Y ha aprovechado para criticar lo sucedido: "Hoy el Ayuntamiento vuelve a ser noticia porque cuando en Madrid estaba muriendo gente, ha habido unos 'jetas' que se han aprovechado y se han ido a comprar yates de lujo con el dinero de los madrileños. Es indecente".