San Isidro Labrador es el patrón de Madrid y cada 15 de mayo se celebra en la capital su fiesta patronal. En la actualidad la fiesta está marcada por multitud de actos en la capital que giran en torno a la música, la tradición y la gastronomía. Pero para acudir al origen tenemos qué saber quién era este santo. Su historia no deja indiferente. Nació en 1080 en el seno de una familia humilde en lo que hoy es la calle de Aguas.
¿Por qué el 15 de mayo?
Isidro, empezó a ganarse la vida en labores como la agricultura o de pocero. Se casó con Santa María de la Cabeza. Según cuenta la leyenda, llegó a obrar un total de 438 milagros. Entre ellos repartir manjares entre los más necesitados o hacer brotar agua al golpe de su vara. En 1619 Paulo V beatifica a Isidro Labrador y establecen la conmemoración al Santo el 15 de mayo. Esa fecha se eligió porque el 15 de mayo, fue el día en el que el cuerpo de San Isidro fue trasladado a la Iglesia de San Andrés, donde acabó descansando en el altar mayor de la Colegiata de San Isidro.
Los milagros de San Isidro
Las celebraciones de estas fiestas de mayo tienen mucha relación con uno de sus milagros por eso el agua juega un papel importante. La romería tiene lugar en la Pradera de San Isidro y en las calles aledañas, y es costumbre que los chulapos y chulapas beban el "agua del santo" que brota en un manantial anexo a la Ermita de San Isidro.
Las rosquillas y el chotis
A esta tradición se une la de comer rosquillas y limonada en la pradera de San Isidro. La particular receta de la limonada se compone de vino, limón, azúcar y fruta troceada y en cuanto a las rosquillas se puede elegir entre tres tipos ‘tontas' (con huevo), las ‘listas’ (con huevo y recubiertas de azúcar glas), las de Santa Clara (con una capa de merengue blanco) y las francesas (con almendras).
La fiesta se celebra desde finales del siglo XIX. Los chulapos es un término que se adjudicó a los vecinos de Malasaña mientras que los que acudían a las fiestas desde Lavapiés, eran los Manolos. Se engalanaban con la tradicional vestimenta para disfrutar de las fiestas en La Pradera de San isidro.
Allí otro de los pilares era el baile del chotis. Por primera vez se bailó en 1850 en una celebración en el Palacio Real. Los habitantes de la época hicieron el baile suyo y lo incorporaron a la festividad de la ciudad.