Esta mañana ha comenzado el juicio en los juzgados de lo Penal de Madrid a los 21 activistas acusados por los disturbios ocurridos en 2012 en el primer “Rodea el Congreso”. Seis de ellos han pactado con la Fiscalía de Madrid penas de hasta 11 meses de prisión sustituibles por el pago de una multa de hasta 1.320 euros al aplicarse una atenuante de dilaciones indebidas. Los seis han reconocido un delito de desórdenes públicos, aceptan la pena de once meses de prisión que se sustituirá por una multa. A dos procesados se les impone once meses por un delito de atentado agravado, mientras que para otros tres, dos meses y veinte días de prisión por atentado básico.
Los otros quince acusados no se adhieren al acuerdo, niegan los delitos y sus abogados solicitan por ello la libre absolución. El Ministerio Público por su parte pide penas que van entre los 3 años y los 8 meses de cárcel y los 7 años y 4 meses de prisión.
"Nunca se había visto tal violencia de grupos organizados antifascistas o anarquistas en Madrid"
El juicio ha comenzado tras las cuestiones previas con las testificales de los agentes que participaron en el dispositivo policial desplegado. Uno de los agentes, el coordinador de la Brigada de Información de la Policía Nacional ha explicado que en la protesta había miles de personas que se manifestaban de manera pacífica, hasta que llegaron a la Plaza de Neptuno donde había un grupo de radicales, que iban de negro y encapuchados y que portaban palés de madera, escudos y palos para reventar la protesta. El agente ha afirmado que "nunca se había visto tal violencia de grupos organizados antifascistas o anarquistas en Madrid" arremetiendo contra los antidisturbios, por lo que tuvieron que comenzar las cargas policiales y las detenciones.