Metro de Madrid ha formado sobre el amianto a más de 2.000 trabajadores desde 2017
Metro de Madrid ha impartido un programa de formación referente a la presencia de amianto en el suburbano a más de 2.000 trabajadores desde 2017, cuando intensificó "de manera importante" todas sus actuaciones relativas a este material.
Así lo ha manifestado el responsable del Área de Prevención y Salud Laboral de Metro, José Martín García, en la comisión de investigación sobre la presencia de amianto en el suburbano de la Asamblea de Madrid, que ha celebrado su última sesión de comparecencias. En 2017, Metro organizó 49 sesiones formativas sobre este tema que contaron con 1.270 asistentes, y en lo que va de 2018 ha formado a 761 trabajadores más.
Martín ha subrayado que, en cuanto la compañía tuvo "constancia" de la existencia del material, en febrero de 2017, limitó el acceso a los componentes potencialmente peligrosos y se puso bajo "vigilancia específica" a 1.040 empleados que habrían estado potencialmente expuestos a estas fibras.
El parlamentario del PSOE Agustín Vinagre ha criticado la "negligencia" de Martín, y el diputado de Podemos Alberto Oliver ha llegado a pedir el cese "fulminante" del responsable.
Este, preguntado por si teme que la Fiscalía le impute por su posible responsabilidad en los cuatro casos de enfermedad profesional por exposición al amianto declarados en Metro, ha respondido: "En absoluto". Y ha agregado que cree que tiene "ningún motivo" para "dimitir", aunque tiene previsto jubilarse en los próximos días.
El responsable ha admitido que, si bien no supo de la presencia de amianto en Metro hasta febrero de 2017, en noviembre de 2016 le llegó un informe del hospital de La Paz referente a un trabajador del suburbano, Vicente Macarrón, que podía haber contraído asbestosis, una enfermedad respiratoria habitualmente vinculada a la exposición al amianto.
Sin embargo, entonces decidió no poner esta circunstancia en conocimiento del consejero delegado de la empresa, Borja Carabante, porque estimó necesario realizar una "comparativa" entre los "distintos colectivos" de Metro para comprobar si había "algún indicador" que "pudiera hacer pensar" que había "situaciones similares".
Y fue en febrero de 2017, cuando se reveló la presencia de amianto en la subestación de Artilleros, cuando se analizaron por primera vez en profundidad "en qué sitios puede existir este material".
Martín ha añadido que el 21 de marzo de 2017 puso la situación en conocimiento de Carabante, tras recibir un segundo informe sobre la enfermedad de Macarrón que declaraba una "plausible" enfermedad profesional.
La diputada de Ciudadanos Marta Marbán ha expresado, asimismo, sentirse "alarmada" ante el hecho de que, aun habiendo desde 2003 un informe que avisaba de la posible presencia de amianto en Metro, la empresa no comenzara a tomar medidas hasta febrero de 2017.