Las materias primas utilizadas son 100% puras: se utilizan, siempre que sea posible, componentes de origen natural y, por consiguiente, no creados sintéticamente. El organismo humano reconoce los componentes de origen natural mejor que los sintéticos. Por ello, los productos elaborados con ingredientes naturales son mejor asimilados por el cuerpo, lo que garantiza sus acciones benéficas.