Alicante |
El cierre de los locales, como medida preventiva frente a la Covid-19, está desplazando el ocio nocturno a viviendas privadas. Chalés, bungalows y casas rurales se han convertido en lugares de referencia para seguir la fiesta una vez que cierran pubs y restaurantes. También la playa se ha convertido en un lugar preferencial para quienes no quieren terminar la noche a la 1h de la madrugada. Al menos es lo que está detectando en los últimos días la Policía Local de Alicante que ha recibido decenas de denuncias de vecinos que están sufriendo las consecuencias de las fiestas clandestinas. En las últimas horas, han tenido que intervenir de madrugada en una treintena de viviendas en las que se habían congregado personas no convivientes. La playa es otro de los lugares muy vigilado por los agentes, quienes tuvieron que realizar un cordón policial el fin de semana con la finalidad de aislar de decenas de jóvenes que no querían abandonar la zona. Nos lo ha contado en más de uno Alicante, José Ramón González, concejal de seguridad.